Por Maribel Núñez
ABC, 13/03/2017.
La realidad es que nueve años después del colapso de Lehman
Brothers, que provocó la crisis financiera global que luego se transformó en
una grave crisis económica, muchos bancos europeos siguen sin levantar cabeza y
tienen que recurrir a las socorridas ampliaciones de capital para sanear sus
balances. Entre los que peor nota sacaron en el último «examen» europeo estaban
el italiano Monte dei Paschi, el austriaco Raiffeisen, el español Banco Popular
y dos entidades irlandesas. Algunos de estos bancos han puesto ya medidas en
marcha, entre las que figura en lugar destacado la venta de activos o las
socorridas ampliaciones de capital. En el caso del banco español, éste alegó
tras la publicación de los resultados del examen que el regulador no había
tenido en cuenta la ampliación de capital de 2.500 millones de euros realizada
en 2016 y la venta de activos por importe de otros 15.000 millones.
La entidad alemana ha sido la útima en acudir al mercado en
busca de dinero pero ni mucho menos la única. El año 2017 lo inauguraba el
italiano Unicredit en materia de ampliaciones de capital, en este caso por
importe de 13.000 millones de euros, el pasado mes de febrero. Esta entidad, la
de mayor tamaño del país transalpino, lanzó las nuevas acciones a un precio de
8,09 euros, con una reducción del valor teórico de la acción ex derecho del
38%. Unicredit, además, ha puesto en marcha un plan estratégico para los
próximos tres años, que incluye una reducción de 14.000 puestos de trabajo. El
banco italiano anunció en enero que cerrará 2016 con unas pérdidas de cerca de
11.800 millones de euros y explicó que sus ratios de capital al cierre de 2016
no cumplirán los requisitos del BCE.
El hecho de que se hayan acelerado las ampliaciones de
capital en este 2017 no es casual y no responde a un empeoramiento de la
situación financiera de las dos entidades mencionadas. La explicación es mucho
más simple. En la Bolsa han subido en los últimos meses también las acciones de
los bancos, de modo que ahora los accionistas pierden menos con las
ampliaciones de capital, aunque siempre salen perdiendo.
Según datos de la consultora Dealogic este año se podrían
batir récords en ampliaciones de capital. Según sus datos hasta el momento ha
habido ampliaciones de capital en lo que va de año por importe de 14.388
millones de euros, correspondientes a tres operaciones. El año 2009 fue en el
que se produjeron mayores ampliaciones de capital, en concreto 51 por importe a
98.162 millones de euros.
Otro de los elementos que ha contribuido a la debilidad del
sector bancario han sido los malos resultados de los últimos años. En 2016 los
20 mayores bancos europeos generaron beneficios netos de 33.000 millones de
euros, cerca de cinco veces menos que los 172.000 millones que consiguió de
resultado la banca de EE.UU.
Desde KPMG su analista de banca, Francisco Uría, asegura que
«la elevación paulatina de los requerimientos de capital, la necesidad de
atender a otros requerimientos regulatorios y de afrontar la futura
implementación de las normativas de resolución bancaria harán que buena parte
de los bancos europeos tengan que apelar a los mercados con distintos tipos de
instrumentos a lo largo de este año 2017». En cuanto a las críticas de los
accionistas de las entidades que realizan las ampliaciones de capital Uría las
considera «lógicas porque han sufrido las consecuencias de los años de la
crisis más las constantes exigencias de la nueva regulación pero el
reforzamiento del capital y la constitución de los nuevos instrumentos
requeridos por la normativa sobre resolución bancaria, unidas a la necesidad de
cumplir con los requerimientos específicos de los supervisores hacen que
algunos bancos no tengan otra alternativa que ampliar capital. Otros, en
cambio, serán capaces de cumplir con la nueva regulación por sí mismos. El
mercado, al fijar las condiciones de colocación dictará sentencia respecto de
la futura viabilidad de las entidades».
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