Por Andreu Missé
El diario.es,
15/03/2017.
La crisis financiera ha sido extraordinariamente costosa
para los contribuyentes españoles. El último informe del Tribunal de Cuentas
estima en más de 60.000 millones de euros el coste provisional del fiasco
financiero. Sin embargo, los perjuicios causados por la crisis han ido mucho
más allá de los meramente económicos. Los fraudes bancarios han sido también
muy dañinos para la salud de los tenedores de participaciones preferentes y
créditos mutidivisa. Esta es la conclusión principal de un estudio piloto
realizado por investigadores de la Universidad de Montreal, la Universidad
Autónoma de Madrid y la Universidad Carlos III que publicará la revista
científica Gaceta Sanitaria.
"Las víctimas de fraudes financieros presentaron peor
salud, más problemas de salud mental, dificultades en el sueño y peor calidad
de vida que las poblaciones comparables de la misma edad" del conjunto de
la población española, sostiene el estudio, del que ya se conoce una versión
previa. El trabajo se realizó durante los años 2015 y 2016 sobre una muestra de
188 casos de personas afectadas por abusos bancarios residentes principalmente
en Madrid y León, pero también en otras comunidades autónomas como Extremadura.
El trabajo ha analizado dos tipos de fraudes: los
perpetrados mediante las participaciones preferentes (unos productos
financieros que los bancos colocaron como un ahorro seguro, que en algunos
casos ocasionaron pérdidas de hasta el 70% y que afectaron a millón de
familias) y los realizados con créditos multidivisa (hipotecas en yenes o
francos suizos en las que la deuda fue aumentando de cuantía durante años por
el encarecimiento de estas monedas a pesar de que los clientes pagaban los
plazos mensuales debidamente).
Uno de los resultados más notable del estudio señala, por
ejemplo, que el 63% de las personas que adquirieron participaciones preferentes
y no habían recibido compensación económica declararon tener mala salud física,
en comparación con el 32% de la media de la población española de la misma
edad.
Otro de los perjuicios más significativos es el referido a
la salud mental. El 88% de las personas titulares de hipotecas multidivisa
reconocieron tener necesidad de atención psicológica, comparado con el 22% de
la media de la población general. En relación con el sueño, el 78% de las
personas que compraron participaciones preferentes y no habían recibido
compensación manifestaron que dormían mal y menos de siete horas, frente al 25%
de la población española de la misma edad.
María Victoria Zunzunegui, epidemióloga durante 17 años en
la Universidad de Montreal y una de las principales impulsoras de esta
investigación, manifiesta que el trabajo demuestra que los fraudes bancarios
son un factor de riesgo para la salud de la población. "Lo que vemos es
que las personas que han sufrido estos fraudes tienen peor salud, están más
enfermas, que la media de la población española de la misma edad", afirma
Zunzunegui. "También hemos comprobado otros aspectos, como que el que ha
estado ocho años sin recuperar su dinero tiene peor salud que el que sólo ha
estado dos años en esta situación".
La investigadora destaca "la situación de especial
estrés" que sufrieron los tenedores de hipoteca multidivisa. "He
comprobado la situación de desesperación de las personas que habían contratado
una hipoteca, por ejemplo, de 200.000 euros en yenes en 2008 y debido al
aumento de la divisa habían visto aumentar su deuda hasta 220.000 euros en 2011
a pesar de haber pagado las cuotas cada mes", relata. "Ahora sabemos
que estas situaciones producen estrés crónico que comporta una inflamación
crónica".
En las conclusiones del estudio se sugiere que
"deberían investigarse los mecanismos por los que los fraudes financieros
causan daños a la salud". Los autores proponen que si los resultados se
confirman, "debe proveerse asistencia psicológica y médica, además de las
compensaciones económicas". Los investigadores consideran necesario
ampliar y profundizar el trabajo realizado, pero estiman que los resultados
obtenidos en este proyecto piloto son ya de por sí indicadores muy valiosos de
una realidad social muy poco estudiada y conocida.
El impacto en la salud que han provocado las malas prácticas
bancarias preocupa cada vez más a un mayor número de personas. Por ese motivo,
el Ayuntamiento de Madrid baraja incluir en su futura encuesta sobre salud
algunas preguntas relacionadas con el impacto de los fraudes financieros en las
personas afectadas.
El estudio ha sido promovido por la Fundación Finsalud y
realizado por María Victoria Zunzunegui, Emmanuelle Belanger y François Béland,
investigadores de Salud Pública de la Universidad de Montreal; Tarik
Benmarhnia, del Departamento de Medicina de Familia y Salud Pública de la
Universidad de San Diego en California; Milena Gobbo, de la Fundación Finsalud;
Ángel Otero, del Departamento de Medicina Preventiva de la Universidad Autónoma
de Madrid; Fernando Zunzunegui, de la Facultad de Derecho de la Universidad
Carlos III, y José Manuel Ribera-Casado, del Servicio de Geriatría del Hospital
Clínico de San Carlos de Madrid.
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