Por Ana García
Infolibre.es,
27/03/2017.
Aproximadamente 25.000 millones de euros es la cantidad que
los 20 mayores bancos europeos ganaron en paraísos fiscales en 2015 o, lo que
es lo mismo, uno de cada cuatro euros de sus beneficios. Así lo afirma el
informe Bancos en el exilio que Oxfam publica este lunes y que fue elaborado a
partir de la información que las entidades se vieron obligadas a revelar en
virtud de la Directiva 2013/36/EU.
Los datos muestran que existe una gran discrepancia entre
los beneficios obtenidos en estos paraísos fiscales y la actividad económica
real desarrollada en ellos: los bancos obtienen un 26% de sus ganancias en
países de fiscalidad baja o nula, cuando en estos territorios sólo albergan un
12% de su facturación total y un 7% de sus empleados. No hay que olvidar que
los bancos son empresas multinacionales, de forma que pueden realizar traslados
de beneficios registrándolos en jurisdicciones con una política fiscal más
favorable.
El informe señala a Luxemburgo e Irlanda como los países
preferidos para evadir impuestos. Los bancos obtuvieron en el primero 4.900
millones de euros en 2015, un beneficio que supera al que les reportó su
actividad en Reino Unido, Suecia y Alemania juntos. En Irlanda, los beneficios
se elevaron a los 2.300 millones de euros, una cifra que resalta especialmente
si se tiene en cuenta que un volumen de negocio similar en Suecia, unos 3.000
millones, sólo supuso 900 de provecho.
En cuanto a Suiza, Oxfam apunta a que se ha vuelto de
repente menos rentable como consecuencia de la ruptura del secreto bancario y
demás medidas para mejorar la transparencia fiscal: “los 20 principales bancos
de la UE contabilizaron en conjunto pérdidas por valor de 248 millones”. Sin
embargo, esto no hace más que reequilibrar a favor de las actividades que
generan valor económico real, de forma que el PIB per cápita suizo ha aumentado
progresivamente desde 2009 y el país mantiene una baja tasa de paro.
Los empleados más
productivos del mundo
Uno de los datos más sorprendentes que ofrece el informe es
que los empleados de bancos en paraísos fiscales son cuatro veces más
productivos que la media, es decir, generan 171.000 euros anuales frente a los
45.000 de un empleado regular a tiempo completo. De hecho, los bancos no
necesitan tener plantilla para obtener beneficios: en 2015, ganaron al menos
628 millones de euros en países en los que no cuentan con ningún trabajador.
Luxemburgo, con sus 4.900 millones, representa el 5,2% de
los beneficios totales de los bancos, pero sólo un 0,5% de los empleados. Más
que ilustrativo es el hecho de que cada trabajador luxemburgués de Barclays
produce más de 13 millones anuales, una cifra 348 veces mayor que la media del
banco. También destaca la rentabilidad de los empleados de BBVA en Irlanda: 6,8
millones de euros frente a la media de 33.000 del banco, es decir, 200 veces
más.
Pero en el conjunto de los 20 principales bancos de la UE,
son los empleados de las Islas Caimán los que baten todos los récords, ya que
generan más de 6 millones anuales.
Países pobres y en
desarrollo, los más afectados
Oxfam compara a Indonesia (260 millones de habitantes, 28 de
ellos viven en extrema pobreza) con Mónaco (38.400 habitantes). En ambos países,
los bancos europeos desarrollan una actividad similar, pero obtienen unos
beneficios diez veces mayores en el segundo. Un patrón que se repite en
Tanzania, Senegal o Uganda.
“Los bancos europeos no han pagado un solo euro en impuestos
sobre 383 millones obtenidos en paraísos fiscales”, señala la organización.
Mientras que la evasión de impuestos se traduce en mayor beneficio para los
bancos, para el Estado se traduce en menor recaudación fiscal, un reducción de
ingresos que en algunos países resultan imprescindibles para luchar contra la
desigualdad y la pobreza. Esto empuja a los gobiernos a aumentar impuestos
indirectos (como el IVA) y recortar en servicios públicos, medidas que recaen
en la ciudadanía y afectan en mayor medidas a los sectores más pobres.
En el informe, se hacen eco de una investigación del FMI que
asegura que “la pérdida en la recaudación de los países pobres a consecuencia de la reducción de los tipos
impositivos y del traslado de beneficios por parte de las grandes empresas, es
un 30% mayor que para los países de la OCDE”. Con los 100.000 millones anuales
que se pierden en países en desarrollo como consecuencia del fraude fiscal de
grandes empresas, se podrían escolarizar a 124 millones de menores sin acceso a
educación y se pagarían los servicios de salud para seis millones de niños.
Medidas para la UE
Oxfam propone varias medidas a la Unión Europea para
enfrentarse al fraude fiscal. En primer lugar, piden confeccionar una lista
común de los paraísos fiscales, ya que, de momento, la comunidad internacional
no ha sido capaz de ponerse de acuerdo.
Otras dos medidas que contempla la organización es “aplicar
normas estrictas sobre sociedades extranjeras controladas” y “apoyar la
creación de un organismo fiscal mundial que lidere y coordine la cooperación
fiscal internacional”. A lo largo de todo el informe, reflejan la necesidad de
que, además de a los bancos, la UE exija también a todas las grandes empresas
que hagan pública información país por país sobre sus actividades en cada uno
de los lugares del mundo donde operan.
Disponible en:
No hay comentarios:
Publicar un comentario