domingo, 27 de agosto de 2017

La banca europea obtiene en paraísos fiscales el 29% de su beneficio exterior



Por Piergiorgio M. Sandri
La vanguardia, 27/08/2017.

A raíz de la crisis económica, los organismos internacionales han lanzado una batalla contra los paraísos fiscales, con una serie de iniciativas como el intercambio automático de información entre los países.

Sin embargo, datos recientes demuestran que la guerra todavía no está ganada. Una investigación del Centre for Economic Policy Research (CEPR) de Londres publicada este verano ha detectado que los grandes bancos europeos siguen usando plataformas de baja tributación para ahorrar impuestos.

Pese a los escándalos financieros y el revuelo causado por investigaciones periodísticas recientes, las diez entidades europeas más grandes todavía tienen filiales o subsidiarias en Bahamas, Panamá, Isla de Man o Islas Cayman. La investigación nombra a varias de ellas, entre las que destacan nombres de primera fila como BNP Parisbas, Barclays, Deutsche Bank o Société Generale, por mencionar algunas.

Luxemburgo o las islas del canal de la Mancha sirven como plataforma para pagar menos

En concreto, el estudio señala que los 36 mayores bancos europeos tienen por lo menos una sede en algunos de los 32 paraísos fiscales reconocidos como tales (su clasificación varía según los criterios adoptados por las organizaciones internacionales).

Los lugares paradisiacos preferidos de los bancos para abrir oficinas no se encuentran en algún lejano archipiélago con palmeras, sino en el mismo corazón de Europa: Luxemburgo, Isla de Man y Guernsey. El estudio ha calculado que el 29% de los beneficios obtenidos en el extranjero de las mayores entidades del Viejo Continente procede de paraísos fiscales.

No necesariamente estas ganancias son el reflejo de una actividad económica, ya que algunas de estas sociedades no son operativas sino que sirven en muchos casos para desviar dinero obtenido en otros países. En efecto, en estos centros offshore las entidades emplean a 100.000 personas (sólo el 9% del total de la fuerza laboral) y allí facturan apenas una quinta parte de los ingresos procedentes del exterior.

La mayoría de grandes grupos bancarios cuentan con presencia en estos países

Es cierto que no es ilegal tener a una sociedad que opere en esos territorios. Pero este sistema, sin tener que violar las leyes pero aprovechando técnicas de ingeniería financiera, permite a los bancos conseguir unos ahorros fiscales notables, que se estiman oscilan entre 1.000 y 3.600 millones de euros al año.

La situación es especialmente ventajosa para aquellas filiales ubicadas en países muy pequeños (con una población inferior a los dos millones) que ofrecen baja o nula tributación: allí los bancos europeos apenas pagan el 5% del conjunto de los impuestos que destinan cada año a las autoridades fiscales extranjeras.

“Es un poco prematuro concluir que las iniciativas como las de la OCDE para luchar contra los paraísos no son eficaces”, minimiza Vincent Bouvalier, uno de los autores. “Por lo general la mayor transparencia sobre la imposición y la actividad internacional de las empresas tarda en llevarse a cabo y nosotros mismos no hubiéramos podido conseguir muchos de esos datos hace tan solo unos años”, asegura.

Con todo, el CEPR recuerda que hay informes según los cuales el 10% de la riqueza financiera de los hogares europeos todavía está localizada (cuando no oculta) en unas de estas plataformas financieras transfronterizas. Queda mucho trabajo por hacer, pero las guerras no se ganan en un día.

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