lunes, 14 de agosto de 2017

La banca 'reserva' 10.300 millones para litigios, más de lo ganado en seis meses



Por Eva Contreras
La Información, 14/08/2017.

La conflictividad judicial parece amainar para la banca pero no hay tregua con sus ‘derramas’. La hucha reservada por el sector para encarar todotipo de litigios rebasaba a finales del pasado mes de junio todavía los 10.340 millones de euros. Por tener una idea de la magnitud de la cifra supone una factura que, de poder liberarse, batiría los más de 8.000 millones que la industria ha conseguido anotarse en beneficios en un primer semestre de 2017 casi de récord, gracias a la dinamización del negocio insuflada por la firme recuperación económica.



El cómputo recoge las cifras detalladas por una decena de entidades en los informes semestrales financieros presentados en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Faltaría por agregar, por ausencia del citado registro, las cifras de Kutxabank, BMN y Cajamar. Se trata del dinero ‘apartado’ por obligación normativa o simplemente por política de prudencia para atender compensaciones si se declaran fallos desfavorables en procesos judiciales iniciados y por discrepancias fiscales después de inspecciones de los tributos.

Si bien con el arranque de la crisis se dispararon las disputas por abusos en la comercialización de productos, que aún no han remitido, y se desbordaron los presupuestos con conflictos como la salida a bolsa de Bankia o las cláusulas suelo hipotecarias, el grueso de la partida acopiada por la industria corresponde a conflictos fuera de España.

La razón responde a que casi dos terceras partes de la hucha la nutrió el Santander, que en apenas seis meses ha registrado un incremento de esta red desde 5.712 millones hasta 6.905 millones de euros coincidiendo con la consolidación contable del Popular. Del sexto banco español por activos hereda, por ejemplo, 461 millones para atender eventuales devoluciones de dinero cobrado de más por aplicación de cláusulas suelo. Bajo este epígrafe no se incluiría, en cambio, la compensación que ofrecerá a los accionistas que acudieron a la ampliación de 2016 y perdieron la inversión con la resolucion de la entidad, ya que su coste, por hasta 680 millones, se incluyó en el ajuste patrimonial efectuado por el Popular antes de que pasase a ser propiedad del Santander.

Litigios en Brasil, Alemania y Reino Unido

Ahora bien, el cajón dotado busca, sobre todo, dar cobertura a discrepancias fiscales en distintos países donde opera el grupo, compensar a clientes por venta inadecuada de productos -sobre todo en Reino Unido y Alemania- o antender por reclamaciones de otra índole como las legales que le afectan principalmente en Brasil. Allí arrastra pleitos derivados de la compra de ABN Amro en 2007 y en EEUU por doble imposición internacional.

En un ranking frente a estos imprevistos le seguiría Caixabank, pero con una red que ni siquiera supone una cuarta parte de la acopiada por el grupo cántabro, con unos 1.400 millones entre recursos para litigios y 625 millones para los topes hipotecarios. A pesar de la gran diversificación internacional, BBVA guarda apenas 720 millones. En el banco Sabadell el riesgo roza los 380 millones aún cuando su hucha declarada para litigios se limitan a 41 millones. Y la razón es que los 339 millones asociados a cláusulas suelo los contabiliza como ‘correcciones de valor’ para conciliar su férrea defensa de la legalidad de estos topes con un ejercicio de prudencia de cara al inversor.

Son partidas que en el último año han subido más de un 25% después de que el Tribunal de Luxemburgo obligase de devolver el dinero cobrado por topes hipotecarios con total retroactividad. Crecen incluso en los primeros compases de 2017, con la llamativa excepción de Bankia, que en el primer semestre la reduce de 421 a 207 millones. Esta evolución contrasta con que hace poco más de un año se enfrentaba a casi 1.900 millones en compensaciones a los inversores particulares que acudieron a su OPV en 2012 y otros 200 millones por los topes al euríbor en hipotecas. Su capacidad para ‘achicar’ el problema radica en que decidió devolver el dinero a unos y otros afectados a través de un sistema rápido de arbitraje, un gesto que se interpreta dentro de su singularidad al ser un banco controlado por el Estado.

Más de 10.000 millones en compensaciones

La foto fija general apenas refleja que las entidades llevan miles de millones ya consumidas en indemnizaciones durante la crisis porque cuando sofocan un foco de riesgo se inicia otro. Se estima que todas las contingencias derivadas de esa salida a bolsa, junto las cláusulas suelo y otras disputas por abusos en la comercialización de productos -participaciones preferentes, convertibles, swaps, créditos multidivisas, etc- devorarían por encima de los 10.000 millones de euros.

Más de la mitad de la factura era imputable a los topes hipotecarios donde el sector apenas reserva ahora unos 2.120 millones lo que revela que ha remediado buena parte del problema. Al menos de éste, porque en los últimos tiempos han tomado el relevo las demandas contra los gastos de constitución de las hipotecas o el IRPH, el índice sustitutivo del euríbor. La confianza es que la reforma hipotecaria que ultima el Gobierno fije reglas de juego claras, no interpretables a golpe de fallos judiciales, y de un respiro a las castigadas cuentas del sector.

La alta litigiosidad ha sido un fenómeno de la banca global. Según datos del Banco Central Europeo (BCE) las entidades del Viejo Continente habían efectuado provisiones entre 2008 y 2015 por valor de 144.000 millones, casi la mitad del beneficio neto cosechado en el mismo periodo de tiempo y equivalente a un 3,5% de su reserva de capital de máxima calidad. Su estudio, elaborado hace un año, pronosticaba que aún debían subir 44.900 millones a la partida por los riesgos latentes.

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