Por Diego Larrouy
El Diario.es,
29/03/2018.
Año intenso en la sucursal de BBVA en las Islas Caimán. La compañía
española casi triplicó durante el pasado año el volumen de depósitos que tenía
en el territorio offshore, señalado por la Unión Europea por su estructura
fiscal. En concreto, la empresa tenía a 31 de diciembre de 2017 1.144 millones
de euros de depósitos, frente a los 430 millones con los que contaba justo un
año antes, tal y como figura en las cuentas consolidadas que la compañía
depositó en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
El grupo asegura en dicho escrito que esta sucursal en
las Islas Caimán tiene una actividad que
se limita a la banca corporativa, es decir especializada en la financiación de
empresas, y no incluye banca privada. Además, defiende el “estricto cumplimiento
de las normas que resultan de aplicación”.
Fuentes de la compañía argumentan que desde el año 2009 no
tiene prácticamente actividad en paraísos fiscales y que esta se limita
únicamente a las obligaciones de los reguladores de mantenerse en los países
donde cuente con emisiones de valores que sigan vivas. Defienden además que
estos trabajos se hacen de manera pública y transparente.
Pero la sociedad en la isla caribeña no solo ha crecido
significativamente en depósitos durante el pasado año. La entidad también ha
elevado de manera notable el volumen de crédito concedido a su clientela. Según
figura en el citado documento, a cierre del ejercicio de 2017 eran 1.499
millones de euros, lo que supone incrementar en un 86% el dato de un año antes.
En el informe anual del ejercicio anterior, 2016, no figura esta información.
La empresa cuenta también con cuatro sociedades emisoras de
valores: BBVA Global Finance, Ltd., Continental DPR Finance Company, Garanti
Diversified Payment Rights Finance Company y RPV Company. Todas estas
sociedades tienen su domicilio en Gran Caimán, la isla más grande de este
territorio offshore. En este caso, ha reducido el volumen de estas emisiones
que sumaban a 31 de diciembre 3.362 millones, un 4,1% menos.
Según el grupo, cuenta con una auditoría interna que
comprueba que no haya blanqueamiento de dinero, se verifique la información
remitida a la matriz y que se cumplan las obligaciones fiscales. La consultora
KPMG es la encargada de la auditoría externa de las cuentas.
El pasado mes de diciembre, la Unión Europea creó una lista
negra de 17 estados que no cooperan en materia fiscal y que ya en 2018 redujo a
nueve. Aunque Islas Caimán. territorio de ultramar dependiente del Reino Unido,
no se encontraba en ella, sí que está incluida entre los 47 países que,
cumpliendo los requisitos para dicho listado, se han comprometido a mejorar su
funcionamiento para finales de este año.
BBVA no es la única entidad financiera española con
presencia en circunscripciones offshore. El Banco Santander también informa en
sus cuentas consolidades, depositadas igualmente ante la CNMV, de su actividad
en este tipo de territorios. En concreto, la compañía que preside Ana Botín,
asegura que su trabajo en estos países le aportó 2,7 millones de euros a su
beneficio de 2017, que superó los 6.600 millones. Un año antes la aportación al
resultado fue de medio millón de euros, la quinta parte. No informa del volumen
de negocio.
La empresa cuenta con tres filiales y cuatro sucursales en
Jersey, Guernsey, Isla de Man e Islas Caimán. Allí cuenta con 138 empleados.
Informa también que cuenta con presencia en Hong Kong, Perú, Suiza, Uruguay y
Panamá, que aunque la legislación española no los considera territorios
offshore, están incluidos en la lista gris elaborada en diciembre por la Unión
Europea. La empresa asegura que tiene el compromiso de reducir el número de
unidades en estos mercados.
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