Público.es,
02/03/2018.
La actividad de la llamada banca en la sombra (el conjunto
de entidades financieras como hedge funds, fondos del mercado de capitales y
vehículos de inversión estructurados que operan
fuera del alcance de las entidades de regulación nacionales) continúa expandiéndose
al registrar un crecimiento del 7,6% en 2016, hasta representar 45,2 billones
de dólares (36,7 billones de euros) en activos, según se desprende del séptimo
informe sobre la banca en la sombra global realizado por el Consejo de
Estabilidad Financiera (FSB, por sus siglas en inglés) correspondiente al
ejercicio de supervisión 2017 con datos de 2016.
El FSB tiene como objetivo evaluar las actividades
financieras no reguladas que puedan dar lugar a riesgos de estabilidad en la
industria, de forma que ha analizado 29 jurisdicciones entre las que se
encuentran por primera vez Luxemburgo y China. La muestra analizada representa
más del 80% del Producto Interior Bruto (PIB) mundial.
Concretamente, el total de activos bajo gestión en la sombra
representa el 13% de los activos totales del sistema financiero de las
jurisdicciones analizadas. El shadow banking system es definido por la FSB como
la intermediación crediticia que involucra entidades y actividades fuera del
sistema bancario regulado.
Estados Unidos representa el 31% del total de activos bajo
gestión de la banca en la sombra, hasta 14,1 billones de dólares (11,4 billones
de euros), seguido de ocho jurisdicciones europeas (Bélgica, Francia, Alemania,
Irlanda, Italia, Luxemburgo, Países Bajos y España) que, combinadas, acumulan
el 22% o 10,1 billones de dólares (8,2 billones de euros).
Tras EEUU y la UE, se sitúan China (7 billones de dólares ó
5,7 billones de euros, lo que supone el 16%), las Islas Caimán (4,7 billones de
dólares, ó 3,8 billones de euros, o el 10%) y Japón (2,8 billones de dólares, ó
2,3 billones de euros, o el 6%).
Para el organismo internacional dependiente del G-20, este
tipo de actividad realizada adecuadamente puede proporcionar una
"valiosa" alternativa al financiamiento bancario para respaldar la
actividad económica real. No obstante, la experiencia de la crisis financiera
de 2008 demuestra que la mayor dependencia de la financiación no bancaria
podría dar lugar a un incremento de los riesgos sistémicos.
Según apunta, los riesgos pueden tener impacto a nivel de
entidad, pero también pueden afectar a una cadena de transacciones en la que la
transformación de apalancamiento y madurez ocurre en etapas, de forma que se
crean múltiples formas de retroalimentación en el sistema bancario regulado.
"El crecimiento sostenido de la actividad financiera no
bancaria resalta el valor de la supervisión de los bancos en la sombra del FSB,
al permitir a las autoridades rastrear y comprender los acontecimientos",
indicó el presidente del FSB y gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney.
De su lado, el presidente del Comité Permanente para la
Evaluación de las Vulnerabilidades del FSB y presidente del De Nederlandsche
Bank, Klaas Knot, explicó que los resultados del estudio han avanzado mucho más
al ampliar la cobertura geográfica y profundizar en el análisis de los riesgos
de estabilidad financiera asociada.
Además de los fondos de inversión de deuda, la banca en la
sombra también incluye los mercados de recompra y de titulización de deuda, así
como otros instrumentos de financiación alternativa como los hedge fund o
fondos de cobertura.
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