Por María Cuesta
ABC.es, 07/02/2014.
Nacen con la intención de ser los más exigentes de
todas sus ediciones, pero lo cierto es que aún hay más incógnitas que certezas
en torno a los próximos test de estrés. Las pruebas tomarán como punto de
partida las cuentas presentadas por los bancos a 31 de diciembre de diciembre
de 2013, recientemente publicadas, y sus resultados se esperan para octubre
de este año. El principal foco de riesgo para la banca española es, sin
duda, el riesgo
soberano asociado a las carteras de deuda pública (8,6% de los activos a
diciembre de 2013). A continuación van los principales rasgos de las
pruebas:
¿Qué
alcance tienen las pruebas?
Al igual que
los test del año 2011, el ejercicio es de ámbito europeo, si bien la
coordinación con el BCE característica de las pruebas de 2014 es de
suma importancia ya que son el paso previo a la puesta en marcha de el
mecanismo único de supervisión. En total, se someterán al ejercicio de tensión
124 entidades de un total de 22 Estados. La condición impuesta por la Autoridad
Bancaria Europea es que cada país presente, al menos, al 50% de su sector
financiero en términos de activos. En España, se presentarán las 16
entidades que serán supervisadas por el BCE a partir de noviembre.
¿A qué
escenarios se someterán las entidades?
La prueba
comprenderá dos escenarios, uno base y otro adverso. En principio, el «cuadro
macro» se acordará entre todas las autoridades, si bien se podrán incluir
aspector específicos para determinados países en función de sus desequilibrios
y perspectivas. El horizonte temporal de la prueba será 2014-2016.
¿Qué
capital se exigirá?
En el
escenario base de los ejercicios de estrés, las entidades deberán tener un
ratio de capital del 8%, mientras que en el
escenario estresado los requerimientos bajan al 5,5%, tal y como
sucedió en el ejercicio de estrés del 2011 de la EBA, aunque en aquella ocasión
el nivel se fijó en el 5%.
¿Qué
aspectos se evaluarán?
Se
analizarán cinco riesgos: los riesgos de crédito, de mercado y soberano, así
como las titulizaciones y el coste financiación. El riesgo de crédito mide la
capacidad de devolución de los créditos concedidos, tanto al Estado, como a
instituciones, hogares y empresas. La deuda soberana, por su parte, se verá
afectada en su precio en todas las carteras, aunque aún se desconocen los
términos concretos. De hecho, de cara a esta posible penalización, las entidades
españolas e italianas especialmente, aunque también las francesas, ha reducido
sustancialmente su exposición durante los últimos meses de 2013.
Disponible en:
http://www.abc.es/economia/20140205/abci-test-estres-claves-201402041646.html
(Nota de
Carlos Javier Bugallo: ¿En realidad, qué supone que el BCE, una institución pública,
chequee a la banca privada? Ni más ni menos que un claro mentís a los
fundamentos mismos de la economía liberal: que los operadores privados son
racionales en sus propósitos y eficientes en sus resultados. Ahí es nada.
Esta conclusión es algo que el ABC, naturalmente, nunca incorporará a sus análisis.)
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