Por Carlos
del Castillo
Público.es,
09/08/2014.
Bankia prepara la emisión de
30.000 millones de euros en productos complejos similares a las preferentes. El
BBVA, 28.000 millones. CaixaBank, 15.000 millones. En total, la Comisión
Nacional del Mercado de Valores (CNMV) está analizando hasta 73.000 millones
de euros en diferentes productos de inversión de riesgo que los bancos
españoles esperan poner en circulación en el mes de septiembre.
La CNMV debe decidir a quién pueden
ofrecer las entidades estos productos, que la banca utiliza para obtener
capital y pasar el examen de solvencia al que la somete el Banco Central
Europeo. La agrupación de controladores bursátiles europeos ha advertido esta
semana del peligro para el pequeño inversor que entraña uno de estos productos,
los ‘CoCos' (Contingentes convertibles), capaces de causar situaciones
similares a las participaciones preferentes si se reparten extensivamente entre
inversores inexpertos.
La Asociación de Usuarios de
Bancos, Cajas y Seguros (ADICAE) ha denunciado que los bancos españoles
acumulan "casi el 10% de la colocación de estos productos" en Europa.
Por ello, ADICAE ha exigido a la CNMV que prohíba a las entidades distribuir
los 73.000 millones de activos de riesgo entre los pequeños ahorradores y los
destine, en exclusiva, a inversones institucionales o personas cualificadas y
conocedoras de sus riesgos. Contactada por este medio, la CNMV ha admitido que no
puede anticipar su resolución y remite a sus recomendaciones para la comercialización de este tipo de
productos.
En el paquete de 73.000 millones
se incluyen varios tipos de productos de inversión. Javier Contreras,
responsable de Ahorro e Inversión de ADICAE, explica a Público que
"todos son complejos y de riesgo" y además "ninguno está
protegido por el Fondo de Garantía de Depósitos", ya que no lo son. Este
fondo es 'la hucha' que donde los bancos, por ley, guardan hasta 100.000
euros por cada uno de los depósitos que sus clientes realizan, lo que les
permite recuperar el dinero en caso de la quiebra de la entidad.
"Queremos dar la
voz de alerta, porque la ofensiva de la banca, ahora que las preferentes y
las subordinadas no computan como ‘capital de máxima calidad', va a pasar por
estos productos", declara el experto de ADICAE, que expone el pequeño
ahorrador se expone a la "pérdida de liquidez, bajada de los tipos de
interés en los productos sujetos a cotización, riesgos derivados de una
liquidación o un proceso concursal o incluso perder todo el capital invertido
si las condiciones económicas en España son desfavorables".
Warrants
"Es uno de los productos
más complejos", advierte Contreras, resumiendo cómo funcionan:
"Básicamente suponen una apuesta de riesgo. El cliente apuesta X
dinero, el precio del warrant, a que el activo en cuestión sobrepasa cierto
valor antes de la fecha de vencimiento. Puedes ganar la apuesta y ganar la
diferencia entre el valor del subyacente y el valor límite o perderla y tener
que pagar todavía más dinero".
Bonos, obligaciones subordinadas
y obligaciones subordinadas especiales
De alto riesgo en caso de que la
entidad que los emite no tenga asegurado su futuro, ya que ofrece muy pocas
garantías de cobro. Contreras avisa además de que cotizan "en el
mercado secundario, en el que es mucho más complicado encontrar comprador antes
del vencimiento. Eso si hay vencimiento, ya que en el caso de las obligaciones
subordinadas especiales, también llamadas perpetuas, no lo hay por lo que son
muy parecidas a las participaciones preferentes".
Bonos y obligaciones
estructurados
Productos en los que puede llegar
a perderse el total de la inversión. Funcionan ligando su rentabilidad "a
la evolución de otros productos: una acción bursátil, un índice (Ibex35,
Eurostoxx, etc.), un tipo de interés (Euribor, Libor, etc.) o un tipo de cambio
(por ejemplo el euro-dólar)", aclara el experto de ADICAE.
Cédulas hipotecarias
Son paquetes de préstamos por
vivienda que las entidades agrupan y distribuyen para transformar la
rentabilidad a largo plazo de las hipotecas en capital. La garantía que recibe
el consumidor son los préstamos hipotecarios de otras personas. Es el mismo
proceso que utilizaron los bancos para librarse de las hipotecas 'subprime'.
"Son productos muy
beneficiosos para la banca, ya que son a largo plazo y, a pesar de que la
entidad paga más al consumidor que por un depósito a plazo fijo, juega con la
supuesta dificultad de perder liquidez", afirma Contreras, que advierte
que son un producto "arriesgado", porque, como el resto de productos
en esta lista "no están garantizadas por el Fondo de Garantía de
Depósitos, a diferencia de los depósitos" y porque "deben venderse en
un mercado secundario, que con la crisis financiera está prácticamente
colapsado" y además "conlleva una pérdida de rentabilidad".
Cédulas territoriales
Funcionan de la misma forma que
los bonos hipotecarios, pero en este caso "se encuentran respaldadas por
los préstamos y créditos concedidos por el emisor al Estado, a las Comunidades
Autónomas, y otros entes locales y organismos autónomos, así como otras
entidades pertenecientes al Espacio Económico Europeo", concluye el
responsable de Ahorro e Inversión de ADICAE.
Disponible en:
No hay comentarios:
Publicar un comentario