Por Elaine Coburn
El Salmón
Contracorriente, 18/02/2016.
-Hablar del aburrimiento con la economía puede parecer una
trivialidad para comenzar un ensayo sobre economía, poder y democracia, pero
es, de hecho políticamente relevante. Este texto es un extracto del análisis*
La economía como ideología: desafiando el poder político de los expertos que se
integra en el informe El Estado del Poder.-
Hace más de 30 años, la economista política feminista Frigga
Haug [1] escribía acerca de este problema, señalando cómo tenía que obligarse a
sí misma a leer las páginas financieras de su periódico diario, dado el
aburrimiento que esto le provocaba.
Podía leer un titular, por ejemplo, acerca de una compañía
química: “Hoechst anuncia un dividendo sin cambios para 1982”. Un tipo de
información que la dejaba indiferente mientras que no ocurría así con otras
noticias locales, ya fueran sobre los lujosos estilos de vida de los muy ricos
o la desesperación suicida de un ama de casa.
Hoy en día, muchas personas nos sentimos igualmente
impasibles ante el análisis económico, ya sea de tipo periodístico, orientado a
políticas, de carácter académico o activista. No menos importante es el hecho
de que las noticias económicas pueden parecer distantes respecto a la “noticias
locales” que conforman nuestras experiencias cotidianas. El vocabulario
especializado que se utiliza para describir la evolución económica contribuye a
esa sensación de que estos eventos son ajenos a la vida diaria.
Aquí tenemos, a modo de ejemplo, tres de las descripciones
contemporáneas de los asuntos económicos, desde una variedad de fuentes:
• El 19 de noviembre de 2015, un titular del Wall Street
Journal se cuestionaba lo siguiente: “¿Estará el BCE (Banco Central Europeo) a
la altura de las esperanzas Big Bang de los mercados? El BCE se predispone a
actuar para diciembre, pero ¿podrían los mercados, sin embargo, acabar
decepcionados?”
• El 21 de abril de 2015, el informe World Economic Outlook
(WEO), publicado por el Fondo Monetario Internacional (FMI), incluye un cuadro
de texto bajo el título “Implicaciones globales de los movimientos en los tipos
de cambio” (Capítulo 1) con afirmaciones tales como esta: “En la medida en que
está disponible el espacio para la política monetaria convencional, los países
que experimentan una apreciación responderán con una política monetaria
expansiva para contribuir al apoyo a la producción”.
• El número de noviembre de 2015 de la American Economic
Review, revista científica de alto rango, lleva un artículo acerca de los
“Shocks de volatilidad fiscal y la actividad económica” (vol. 105, núm. 11),
que propone examinar cómo “los cambios inesperados en la incertidumbre acerca
de la política fiscal afectan a la actividad económica”.
Por supuesto, no todas las descripciones y los análisis
económicos son como estos. La misma edición de la American Economic Review, por
ejemplo, incluye artículos sobre la “elección de barrio” y “el altruismo”, que
obviamente se ocupan más de la vida cotidiana (dónde vivir) y las decisiones
morales (acciones de autosacrificio por los demás) que importan a todos.
Si bien no todos los análisis económicos utilizan un
vocabulario altamente abstracto, estos ejemplos de lenguaje esotérico y
especializado —haciéndose pasar por jerga técnica— están lejos de ser
inusuales. Dichos análisis engloban a una serie de actores y procesos,
incluidos los bancos centrales, los mercados (con sus “esperanzas”), los
movimientos del tipo de cambio, las políticas monetarias, la producción, los
choques de volatilidad fiscal y los recursos. Por el contrario, los seres
humanos, y también el mundo natural que nos sustenta, están ausentes (o
únicamente nombrados de manera indirecta como “recursos”).
Del mismo modo, otros textos económicos, incluidos los
acuerdos comerciales y de inversión jurídicamente vinculantes, las condiciones
de los préstamos del FMI, las políticas del Banco Mundial o el anuncio de las
fusiones de empresas, entre otros, se describen de tal manera que parecen
alejados de las preocupaciones comunes: pueden incluir referencias a la
propiedad intelectual, los mercados de divisas, los instrumentos de
financiación rápida, estándares de desempeño para los proyectos del sector
privado, la cuota de mercado internacional y así sucesivamente.
Inevitablemente, estos no son los textos que muchos de nosotros leemos con
entusiasmo, más allá de un interés espontáneo.
Al considerar este tipo de discurso económico, Frigga Haug
concluyó que, “desde el punto de vista de la vida cotidiana las cuestiones
cruciales de las leyes que rigen la sociedad son incomprensibles y por lo tanto
algo aburrido”. Su lenguaje acerca de las leyes no es útil en la medida en que
sugiere tendencias inmutables en lugar de relaciones sociales, y por lo tanto,
cambiantes. Pero su observación más fundamental sigue siendo relevante: hay un
abismo entre el lenguaje de muchos análisis económicos y la comprensión
cotidiana.
El riesgo es que muchos de nosotros nos sintamos aburridos y
desconectados de las cuestiones fundamentales de la economía política que dan
forma a nuestras vidas.
*Este análisis se engloba dentro del informe El Estado Del
Poder publicado por el Transnational Institute y con la colaboración de FUHEM
Ecosocial. Parte del informe se puede leer en su web
Notas
[1] Haug,
Frigga. (1987): “The Hoechst Chemical Company and Boredom with the Economy” en
Hennessy, Rosemary and Ingraham, Chys, (Eds.), (2008): Materialist Feminism: A
Reader in Class, Difference and Women’s Lives. New York: Routledge,
pp.129140.
Disponible en:
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