Por Íñigo de Barrón
El País, 10/02/2016.
La Asociación de Inspectores del Banco de España señala en
un comunicado que “tras las resoluciones del Tribunal Supremo sobre Bankia,
resulta especialmente comprometida la posición del actual subgobernador del
Banco de España, Fernando Restoy, que participó en la autorización desde la
CNMV de la salida a Bolsa”. Los inspectores creen que “para defender el buen
nombre del Banco de España y recuperar la confianza de los ciudadanos debe
procederse a una adecuada y transparente rendición de cuentas que aún no ha
tenido lugar”.
No es la primera vez que la Asociación de Inspectores, que
representa a la mayoría de los empleados en la supervisión, se enfrenta a la
dirección del Banco de España. Desde el estallido de la crisis financiera han
pedido responsabilidades a los máximos dirigentes —todos los directores generales
que trabajaron durante la crisis financiera han dejado su cargo—, pero nunca
habían emitido un comunicado tan explícito. Este documento llega después de la
sentencia del Tribunal Supremo y, sobre todo, tras una actuación del Banco de
España que los inspectores consideran lesiva contra los dos compañeros que
trabajaron para el juez del caso Bankia.
Por eso, en el escrito recuerdan que Restoy fue
subgobernador mientras presidía el FROB y, desde ese puesto, “encargó un
informe al propio Banco de España, para rebatir las conclusiones de los
peritos” que señalaron que Bankia tenía las cuentas maquilladas en su salida a
Bolsa.
Entre 2008 y 2012, Restoy fue vicepresidente de la Comisión
Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y consejero del Banco de España. En
junio de 2012 se le nombró subgobernador, cargo que simultaneó con la
presidencia del FROB hasta 2015.
Los consejeros
ejecutivos
La Asociación también pide otras responsabilidades dentro
del Banco de España. Recuerda que el 3 de marzo de 2015, la Comisión Ejecutiva,
de la que forma parte Restoy, “aprobó la emisión de dicho informe, cuestionando
las conclusiones periciales y alineándose con las tesis de la entidad y del
principal imputado, Rodrigo Rato”. Y añade: “Resulta comprometida la situación
de otros dos consejeros de la Comisión Ejecutiva del Banco de España, Vicente
Salas y Ángel Luis López Roa (este último al parecer director de la tesis
doctoral del Sr. Rato), que también autorizaron el informe para el FROB y, en
su día, la constitución y salida a Bolsa de Bankia, pues ya eran entonces parte
integrante de dicha Comisión Ejecutiva”.
La Asociación de Inspectores “entiende que los responsables
(y corresponsables) de este conjunto de actuaciones deberían reflexionar sobre
si la continuidad en sus cargos es posible sin dañar aún más la imagen del
Banco de España, de la CNMV y del FROB”.
Para esta asociación, “si tal y como señala el Tribunal
Supremo los inversores cualificados, a diferencia de los pequeños inversores,
podrían haber tenido otros medios para obtener información sobre los datos
económicos relevantes para tomar la decisión de comprar acciones, resulta
evidente que los responsables de la supervisión de la entidad tendrían con más
motivo que haber puesto de manifiesto esa "grave inexactitud" de los
datos publicados por la entidad”, sostienen.
Así, los inspectores vuelven a pedir que se defienda el buen
nombre del Banco de España y que se “recupere la confianza de los ciudadanos en
nuestra Institución”, para lo que reclaman “una adecuada y transparente
rendición de cuentas (que consideramos que aún no ha tenido lugar) acerca de actuaciones
y decisiones que han dañado severamente la economía de las empresas y de los
ciudadanos españoles”.
Este colectivo considera “urgente averiguar en qué fase, o
fases, del procedimiento supervisor se han cometido errores. No solo en el caso
de Bankia, sino también en todos aquellos que han implicado un alto coste para
los ciudadanos españoles, a fin de garantizar que dichos errores no vuelvan a
tener lugar”.
Para los responsables de la inspección, “esta es la única
vía para despejar cualquier incertidumbre que pueda existir acerca del papel
desempeñado por el Banco de España durante la crisis financiera, y recuperar
así la confianza de la sociedad a la que debe servir y el prestigio que le
corresponde”.
Exculpación al
supervisor
En el escrito se dice que la alta dirección del Banco de
España “promovió y/o elaboró informes para contradecir las conclusiones
periciales, insistiendo en la tesis de que la información contable
proporcionada por la entidad reflejaba su imagen fiel, en una situación de eventual
conflicto de intereses”, como apuntaron en su comunicado de noviembre pasado.
No obstante, las sentencias del Supremo citadas por los
inspectores se apoyan en dos de la Audiencia Nacional que exculpan de
responsabilidades patrimoniales al supervisor. En una de ellas, la que procede
de 2014, la Audiencia dice que se podría reprochar la “apariencia de solvencia”
de Bankia en la salida a Bolsa, “pero la intervención del Banco de España no
tiene relación causa-efecto en el daño que se reclama”. También se afirma que
“las facultades del Banco de España fueron ejercidas” de forma “razonable y
proporcionada” y que “no concurren los requisitos legales para el nacimiento de
la responsabilidad del Banco de España”. Ambas exculpan la responsabilidad
patrimonial del supervisor.
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