Por Eduardo Bayona
El diario.es,
21/0272016.
El Gobierno de Aragón ha enfriado el proyecto de crear un
organismo para canalizar créditos públicos hacia las pymes, los autónomos y las
entidades de economía social al considerar el modelo “inadecuado” porque
supondría competir con la banca privada.
La creación del organismo, eventual embrión de una futura
banca pública autonómica, fue aprobada por las Cortes a propuesta de Podemos
con los votos de PSOE, CHA e IU y obtuvo el apoyo público de Cepyme, la
patronal de la pequeña y mediana empresa. Su objetivo iba a ser inyectar a
autónomos y pymes financiación “a menores tipos de interés que los actuales”
del mercado bancario para, con unas cuantías máximas de 30.000 euros, “poner en
marcha políticas activas de promoción de la actividad económica” en Aragón.
Debía captar financiación pública para dirigirla a sectores estratégicos del
microempresariado.
Sin embargo, el director general de Economía del Gobierno de
Aragón, Luis Lanaspa, enfrió las expectativas durante una reciente
comparecencia en las Cortes, en la que consideró “inadecuada” la creación del
organismo con los planteamientos que aprobó la cámara “por ser quizá excesiva
para la finalidad que se persigue”.
“Supondría competir
directamente con entidades de crédito privadas”
“La eventual creación de un instituto de crédito que
canalice ese tipo de ayudas supondría entrar directamente a competir con
entidades de crédito privadas”, señaló, antes de apuntar que para obtener y
canalizar fondos del ICO (Instituto de Crédito Oficial) y del BEI (Banco
Europeo de Inversiones) “no sería necesario un organismo que tuviera naturaleza
de entidad de crédito”. “Sería suficiente –añadió- que adoptase la forma de
algunas de las entidades que ya forman parte del sector público aragonés”.
En la actualidad, según indicó, Sodiar financia una
treintena de proyectos empresariales al año y Suma Teruel, unos quince.
No obstante, matizó que no se trataba de una posición
definitiva sino de una opinión “a priori”, puntualizó que no se iba “a decantar
por ningún modelo hasta que no sean valoradas todas las alternativas posibles”
y remitió a un “amplio estudio” tras “los análisis preliminares acerca de la
petición”, además de mostrarse partidario de activar “más líneas de
financiación”, de diversificarlas y de replantear las condiciones de acceso
para “aumentar el número de posibles beneficiarios”.
La crisis sigue
asolando la pequeña y la mediana empresa
Mientras tanto, las pequeñas y medianas empresas, que
generan el 70 % del empleo y de la riqueza de la Comunidad, junto con los
autónomos, siguen sufriendo el grueso de los golpes de la crisis. La Estadística
del Procedimiento Concursal del INE (Instituto Nacional de Estadística) revela
cómo 147 de las 167 empresas que se declararon insolventes en Aragón el año
pasado tenían menos de 50 trabajadores, y dos tercios de ellas -119- no
llegaban a los diez.
Los datos sobre el volumen de negocio de las sociedades que
entraron en concurso, más del 90 % de las cuales terminan liquidadas al ser
inviable su reflotamiento, ratifican que son las pequeñas y medianas empresas
las que con mayor gravedad están padeciendo los efectos de la crisis: la
facturación anual de más de la mitad de
ellas (92 de 161) se encuentra por debajo de los 500.000 euros, mientras que
solo 26 superan el millón.
La crisis no está haciendo diferenciaciones entre
emprendedores y sociedades con solera: solo 27 de ellas llevaban menos de
cuatro años operando, mientras que casi la mitad superaban la década. De estas
últimas, 40 pasaban de 20 años.
Disponible en:
(Nota de Carlos Javier
Bugallo: Pues nada, que el Estado se deshaga de todas sus empresas públicas
para no molestar a las empresas privadas. ¡Qué argumento más peregrino!)
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