Por Iñigo Muerza Erroz. ATTAC
Navarra-Nafarroa
Gara, 06/11/2016.
La Cámara de Comercio e Industria de Navarra dio a conocer
el pasado día 20 de octubre una encuesta en la que consultaba a 140 empresas
navarras sobre la posible existencia de una banca pública en Navarra. En ella
se desvelaba que el 72% de las empresas consultadas decían no tener problemas
de acceso a vías de financiación o que el 82% de las mismas alegaban que la financiación
en nuestra Comunidad Foral se ajustaba a sus necesidades.
Los datos publicados por la Cámara de Comercio no resultan
novedosos. Se encuentran muy en la línea de estudios como el que viene
publicando semestralmente desde 2009 el Banco Central Europeo y en el que se
indica que, tanto en Europa como en España, la financiación no sólo no es uno
de los principales problemas de las pequeñas y medianas empresas, sino que ésta
es la última de sus preocupaciones. La última encuesta publicada por el BCE (14ª
ronda: octubre 2015-marzo de 2016) muestra los datos recogidos entre 10.709
empresas europeas de menos de 250 trabajadores. En ella declaran, como viene
siendo habitual desde hace varios periodos, que la principal dificultad a la
que se enfrentan el 26,9% de las empresas consultadas es la de encontrar
clientes, seguida de la falta de personal cualificado (17,3%), la competencia
(14,1%), los costes laborales o de producción (13,8%), las regulaciones (13,6%)
y, finalmente, el acceso a la financiación (10,3%). En lo concerniente a
España, un 31,7% de las pequeñas y medianas empresa indicaron que su principal
escollo resultaba ser la falta de demanda, mientras que tan sólo un 10,3%
señalaban al acceso a la financiación como principal fuente de sus problemas.
Por todo esto, no resulta muy acertado plantear el debate en
torno a una posible banca pública –tanto para su defensa como para su
cuestionamiento– desde el punto de vista del estímulo al crédito, sin mucho más
criterio. En su lugar es mejor enfocarlo sobre los tres grandes ejes sobre los
que debería pivotar el posible ente público: los derechos de la ciudadanía,
facilitando la inclusión social garantizando instrumentos de cobro y pago
fácilmente accesibles para toda la población; la soberanía política, como
instrumento al servicio de las políticas públicas establecidas; la soberanía
económica, incrementando el margen de actuación de las instituciones gracias al
ahorro obtenido mediante el acceso de las administraciones a vías de
financiación más favorables.
Entendiendo que este no debe ser un asunto meramente
empresarial, y que tampoco debe plantearse desde la perspectiva únicamente
económica, sino que se trata principalmente una cuestión de derechos y de
soberanía, desde ATTAC Navarra-Nafarroa emplazamos al Gobierno y al Parlamento
de Navarra a abrir un debate con todos los agentes políticos, sociales,
académicos y sindicales interesados, buscando la máxima participación y
pluralidad posible, que nos permita lanzarnos con ambición a la puesta en
marcha de instrumentos que garanticen el bienestar social de todas las gentes
que vivimos en Navarra.
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