Por Jorge Zuloaga
Vozpópuli, 31/10/2016.
Las provisiones han sido el orgullo de la banca española en
los últimos años. Como ha señalado en más de un discurso el gobernador del
Banco de España, sólo entre 2008 y 2014, las entidades dotaron contra reservas
y resultados más de 280.000 millones de euros. Sin embargo, las provisiones se
han convertido de nuevo en uno de los grandes quebraderos de cabeza de los
banqueros en los últimos meses.
Y prometen serlo hasta bien entrado 2017, ya que el Banco
Central Europeo (BCE) ha comunicado ya a algunas entidades que va a revisar a
fondo sus provisiones. Una de las primeras entidades en ser escrutada será
Banco Popular, que está en el foco del mercado por su baja cobertura, por la
que tuvo que hacer una macroampliación de capital de 2.500 millones en junio.
Distintas entidades han confirmado a Vozpópuli que ya están
avisados de este nuevo ‘test de estrés’, si bien el Banco Central Europeo
(BCE), encargado de la supervisión de la banca europea desde 2014, no quiso
hacer comentarios al respecto.
El examen del BCE se realizará a través del MUS, el
Mecanismo Único de Supervisión, que lidera Danièle Nouy. Este test se trata del
broche de oro a la presión regulatoria ejercida en los últimos años para que
las entidades españolas revelen el verdadero valor de los activos
problemáticos. Primero fue con los dos reales decretos de Guindos en 2012, que
forzaron la caída de Bankia. Un año después con la normativa del Banco de
España para acabar con las refinanciaciones de empresas zombie. Y este año ha
entrado en vigor el cambio del Anejo IX de la Circular 4/2004, un paso
intermedio hacia la nueva normativa internacional que entrará en vigor durante
2018, la IFRS 9.
Lo que implica toda esta nueva regulación es que los bancos
ya no podrán aplicar tasaciones lineales para un mismo tipo de activo. Es
decir, un suelo en las afueras de Madrid o Barcelona no puede estar
provisionado al mismo nivel que uno de Seseña o Valdeluz. Además, las entidades
tendrán que tener tasaciones actualizadas de todos los adjudicados, por lo que
el mayor impacto se espera en este tipo de activos.
La entrada en vigor del cambio del Anejo IX, que es oficial
desde el 1 de octubre, tiene a las entidades trabajando día y noche ante la
reunión a la que han sido convocadas por el Banco de España para esta semana y
las próximas. Acudirán uno a uno los principales bancos, para validar si sus
cálculos de adaptación a la circular contable son acertados y determinar cómo
cambia su nivel de provisiones en los dos próximos meses.
Efectos de la
circular
Hay entidades que han decidido adelantarse, como Sabadell e
Ibercaja, realizando provisiones durante la primera mitad de 2016. Y otras que
están confiadas en poder sortear la primera fase de este ‘test de estrés’ sin
ningún impacto en su línea de dotaciones, pero con una mayor morosidad.
Mientras, el elevado peso de los negocios inmobiliarios en los balances de las
entidades sigue siendo uno de los principales dolores de cabeza: los mayores
grupos perdieron 2.400 millones en sus inmobiliarias entre enero y septiembre.
Al margen de lo que salga de la revisión de las provisiones,
el BCE comunicó hace algunos días el resultado de su última visita a España
para revisar la situación del sector financiero tras el rescate de 2012.
Destacó la elevada capitalización y el progreso en el saneamiento, y alertó de
los problemas de rentabilidad y de dinamizar el crédito. Además, alentó una vez
más a que el Estado privatice cuanto antes Bankia y BMN.
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