Por D. Badía /R.
Lánder /E. Del Pozo
Expansión,
10711/2016.
Aunque ya contaban con presencia en Estados Unidos, algunos
bancos españoles se lanzaron a hacer realmente las Américas justo antes del
estallido de la crisis financiera.
Santander se hizo con el resto del capital que no poseía de
Sovereign por 1.900 millones de dólares en 2008; BBVA, por su parte, adquiría
un año antes Compass Bancshares por 9.600 millones; y otras entidades más
pequeñas no quisieron quedarse atrás: Popular se hizo con los servicios de
Totalbank y, Sabadell, con los de TransAtlantic Bank, Mellon United National Bank
y JGB Bank.
BBVA y Santander tienen una presencia importante. De ahí que
los analistas de Bankinter los consideren como los más afectados por las
políticas que quiere aplicar Donald Trump. En el caso del banco presidido por
Francisco González, EEUU representa el 8,5% del beneficio atribuido. Allí ganó
298 millones hasta septiembre, un 24,3% menos que el mismo periodo de un año
antes. Ayer se dejó un 5,7% en Bolsa, siendo el valor más penalizado del Ibex.
Aunque el principal castigo vino por su elevada exposición a México, donde ganó
1.441 millones, un 11,4% más, y que representa el 41% del beneficio del grupo.
Ayer ya se produjo una fuerte reacción del peso mexicano.
Coberturas
Fuentes de BBVA quisieron lanzar un mensaje de calma:
"La democracia en EEUU tiene importantes mecanismos de control y
supervisión, y el discurso inicial de Trump ha sido institucional y ha abogado
por un mayor crecimiento económico y buenas relaciones con otros países".
A su vez, recuerda que su política de cobertura del riesgo de tipo de cambio
tiene como finalidad "preservar los ratios de capital del grupo y otorgar
estabilidad a sus resultados". Cubre, de media, entre el 30% y el 50% del
beneficio atribuido esperado para 2017 y alrededor del 70% del exceso de la
ratio CET1.
Santander sigue con problemas en EEUU. La filial aporta un
6% al beneficio del grupo, pero ha ido perdiendo peso. Ganó 141 millones en
nueve meses, un 42,3% menos, principalmente por los altos costes asociados a la
regulación. En este sentido Trump tiene la intención de suspender temporalmente
la nueva regulación y eliminar la ley Dodd-Frank, estricta y vigilante con los
bancos para evitar futuras crisis. Sin embargo, según Moody's, "esta
decisión tendría un efecto negativo al debilitar la posición de capital y de
liquidez del sector". En México, tiene una exposición inferior a la de su
principal rival: aporta el 7% del beneficio del grupo (172 millones a
septiembre, un 1,1% más). Fuentes de Santander no quisieron hacer comentarios
sobre las posibles consecuencias de la victoria de Trump.
El peso de EEUU y México en las cuentas de Popular y
Sabadell es más residual. En el caso del primero, Totalbank, adquirido en 2007,
aporta 66 millones al margen de intereses, el 2,6% del total. La relación con
México es más estrecha, aunque en Popular recuerdan que "la divisa se
encuentra totalmente cubierta". A comienzos de 2014, adquirió el 24,9% de
BX+, con la intención de triplicar su tamaño en cinco años. En su opinión, cabe
esperar en ambos países "estabilidad en la actividad económica, en la de
sus empresas y en la financiación a la economía real".
Sabadell aterrizó de verdad en EEUU con la compra de
TransAtlantic Bank en 2007. Luego vinieron otras. Concentra su actividad en
Florida. Uno de los filones de negocio allí es la gestión del dinero de las
fortunas hispanas. Sabadell cuenta desde 2015 con licencia para operar como
banco comercial en México. "Más allá de la reacción inicial del mercado,
nuestras operaciones en este país suponen el 5% de nuestro negocio, el impacto
es limitado y en nada cambia nuestra estrategia ni en EEUU ni México",
señalan en Sabadell.
Santander, Popular y Sabadell cerraron ayer con avances en
Bolsa.
En el sector asegurador, Mapfre tiene exposición a México.
Allí captó 887 millones en primas en el primer semestre del año y representa
una pequeña parte del total de 12.000 millones del grupo.
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