Por Gabriel Wildau
Expansión, 24/11/201600:15
horas
"El verdadero problema no es la cantidad de deuda, sino
los pasivos subyacentes a esa deuda", afirma Jonathan Anderson, director
de Emerging Advisors Group.
Los bancos chinos dependen cada vez más de fuentes de
financiación que los bancos occidentales utilizaron antes de la crisis
financiera, lo que ha llevado a inversores y analistas a advertir que el
sistema financiero de China podría ser vulnerable a una crisis como la de
Lehman.
Su uso de la financiación mayorista volátil preocupa
especialmente a los analistas, ya que los bancos podrían quedarse sin la
estabilidad que confiere una amplia base de depósitos minoristas y ser
incapaces de conseguir dinero cuando más lo necesiten.
El aumento de la deuda de China es motivo de preocupación,
pero al igual que muchos analistas, Jonathan Anderson, director de Emerging
Advisors Group, opina que "el verdadero problema no es la cantidad de
deuda, sino los pasivos subyacentes a esa deuda".
Los bancos chinos han dependido tradicionalmente de los
depósitos fiables de los ciudadanos y las empresas para financiarse y tener un
colchón frente a turbulencias en los mercados. Pero la situación está
cambiando, ya que el crecimiento de los créditos y otros activos de deuda es
mayor que el de los depósitos. El ratio de créditos pendientes de pago del
sector privado frente a los depósitos bancarios comerciales normales de China
ascendió al 117% a finales de marzo, frente al 84% a finales de 2008, según un
análisis del FT. Aunque este porcentaje es inferior al de EEUU (181%) y la UE
(178%), la tendencia rápida al alza es preocupante.
"Hoy en día no hay un riesgo real de crisis, pero si se
mantiene el ritmo de aumento actual, dentro de unos años ese riesgo será
bastante mayor", dice Anderson.
Esta diferencia se está cubriendo con fuentes de
financiación menos estables. Una son los préstamos interbancarios, pero otra
más reciente, los llamados "productos de gestión de patrimonio"
(wealth management products, WMP), es motivo de preocupación. Son notas
estructuradas con una rentabilidad mayor que los depósitos bancarios tradicionales.
Los bancos crean WMP en asociación con instituciones no bancarias como
fideicomisos, sociedades de valores y gestoras de fondos. La mayoría de los
ingresos de los WMP se invierten en activos del mercado monetario,
esencialmente préstamos a los bancos.
"Los bancos pequeños dependen ahora más de los
préstamos de instituciones financieras no bancarias. Esto puede causar
inestabilidad y problemas si el sector financiero empieza a estar sometido a
estrés", señala Charlene Chu, directora de la sección de bancos chinos de
Autonomous Research de Nueva York.
El escenario de pesadilla es un impago de los WMP, que
podría provocar que los clientes dejaran de comprarlos e incluso exigir el
reembolso inmediato de los ya adquiridos. La liquidez del mercado monetario se
evaporaría y los bancos afectados podrían ser incapaces de cubrir la salida de
dinero de los depósitos o los pagos de sus WMP. La situación sería parecida a
la de Lehman en 2008.
Anderson advierte que "crisis aisladas de instituciones
financieras no bancarias empezarían a paralizar también a partes del sistema
bancario. Los miedos al riesgo de otros bancos aumentarían, lo que
desencadenaría una lucha por la liquidez y el corte de la financiación a los
bancos con problemas, como ocurrió con Northern Rock en el Reino Unido".
La mayoría de los WMP no tienen una garantía explícita. Pero
los inversores chinos generalmente consideran que son "dinero bueno"
y prestan poca atención a la letra pequeña sobre los activos subyacentes, ya
que confían en la reputación de los bancos estatales que los venden.
Las nuevas reglas bancarias Basilea III deberían impedir que
los bancos chinos dependan demasiado de la financiación a corto plazo. Pero no
estarán totalmente en vigor en China hasta 2018 como muy pronto.
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