Por Diego Larrouy
El Diario.es,
05/04/2018.
El presidente del "banco malo", la Sareb, Jaime
Echegoyen, ha asegurado este jueves que no es posible asegurar que "la
inversión inicialmente hecha para la creación de la entidad vaya a ser
totalmente recuperada", debido a la naturaleza del organismo, llamado a
reducir el peso de los activos inmobiliarios en los balances de las cajas
rescatadas. El directivo ha defendido, por contra, que no será necesario hacer
nuevas aportaciones de capital. "Trabajamos para ello", ha señalado
en la comisión de investigación sobre la crisis financiera en el Congreso de
los Diputados.
Echegoyen ha asegurado en repetidas ocasiones que la entidad
que preside adolece de problemas por la valoración inicial que se hizo de los
activos que incluyó para sanear a las nueve empresas financieras que
participaron.
"El proceso generó una minusvalía significativa inicial
que todavía arrastramos", ha subrayado Echegoyen, quien ha apuntado que
esta realidad complica la capacidad de la entidad para desprenderse de activos
a un precio que no suponga pérdidas contables, que complicarían la reducción de
la importante deuda de la entidad.
Echegoyen ha lamentado en su comparecencia que la entidad
"no pudo elegir" los activos que se incorporaban a su cartera, sino
que vinieron decididos por las autoridades públicas. Ha añadido que estos
activos se encontraban dispersos por toda la geografía y que incluso "de
algunos no teníamos ni la llave".
En este sentido, Pedro Saura, portavoz del PSOE en la
comisión parlamentaria, ha asegurado que se debería realizar una auditoría
pública de los activos de Sareb, para concretar el valor real de estos y cómo
se valoraron.
El presidente de Sareb ha defendido la importancia de la
entidad dentro de la recuperación del sistema financiero y ha argumentado que
"países donde no se aportó por esta vía u otras similares, los problemas
en su sistema financiero se mantienen".
Para el futuro, Echegoyen ha asegurado que la empresa
buscará en el corto plazo "acelerar" la desinversión para lograr
reducir la deuda de la entidad. "Ahora mismo hay un viento de cola que
tenemos que aprovechar", ha subrayado. En esta estrategia ha encuadrado la
salida a cotización de su socimi Témpore, con vivienda de alquiler, o la venta
de préstamos.
El directivo ha anunciado, por otro lado, que la entidad ha
trasladado a la Fiscalía 18 operaciones sospechosas que ha encontrado dentro de
sus activos que podrían haber ocasionado un perjuicio de 355 millones de euros
al organismo, propiedad en un 45% del Estado, a través del FROB.
Hubo un diagnóstico "
erróneo"
En la comisión de este jueves también ha participado,
Mariano Herrera García-Canturri, exdirector general de supervisión del Banco de
España y ex presidente del FROB. El directivo, que estuvo imputado en el caso
Bankia aunque finalmente no fue acusado, defendió que el verdadero problema de
la crisis en España fue que "hubo un diagnóstico erróneo" de los años
previos al estallido de la burbuja.
El directivo, que en aquellos años ocupó diversos cargos de
supervisión en el organismo regulador, ha reconocido que el Banco de España ya
apreció un crecimiento elevado de los créditos pero "no se previó que eso
iba a terminar con los efectos que tuvo". Tras ello, aseguró, "había
ya un problema y se puede discutir el tratamiento, pero igualmente el coste iba
a ser alto".
Herrera ha descargado sin embargo al Banco de España,
defendiendo que entonces "no existían las herramientas que hoy se
tienen" para acometer el control de los bancos. Además, ha subrayado que
las cajas de ahorro tuvieron una falta de control en materias como la de
nombramientos, al no haber "filtros de calidad".
El directivo, que estuvo al frente del Frob únicamente unos
meses antes del rescate financiero de 2012, ha negado que los informes del
Banco de España se "suavizasen" o que no se acometieran expedientes
contra las entidades financieras. "Se abrieron varios contra entidades
como Banco de España, pero han quedado en suspenso por estar el tema
judicializado", ha subrayado.
Respecto al Banco Popular, el responsable de la supervisión
del Banco de España entre 2014 y 2017, ha asegurado que ya desde los años de la
burbuja se apreciaba que estaba acometiendo inversiones inmobiliarias con
"un riesgo alto" y que la inspección del organismo estaba
"continuamente" en el Popular.
Tras ello, Herrera ha subrayado que el banco acometió
provisiones y una reducción del pay out (porcentaje del beneficio que se
destina a pagar dividendos) lo que le permitió, junto con operaciones como la
ampliación de capital o la venta de activos con riesgo, superar los test de
estrés de Oliver Wyman y, posteriormente, del BCE. Sobre su resolución y venta
al Santander, el directivo no ha querido valorar, puesto que dejó el cargo en
el Banco de España en febrero del año pasado, meses antes del proceso, debido a
su imputación en el caso Bankia.
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