Por Pilar Blázquez
La Vanguardia,
23/04/2018.
Las condiciones laborales y la presión vendedora a la que
están sometidos los empleados del sector financiero no permiten garantizar que
éstos apliquen correctamente la legislación que protege a los inversores. Esta
advertencia la ha lanzado esta mañana Roberto Tornamira, responsable del Sector
Financiero, Seguros y Oficinas de FeSMC-UGT
Tornamira ha cuestionado la traslación de responsabilidad
que realizan a los empleados las entidades financieras cuando hay algún
problema. En concreto, se ha referido a la afirmación realizada por CaixaBank
con motivo de la denuncia por blanqueo de capitales realizada el pasado jueves
por la Audiencia Nacional, en la que el banco aseguró que hay un normativa para
detectar irregularidades que los empleados tienen que aplicar.
Presiones en ventas
Según el responsable de UGT, las condiciones en las que se está
desarrollando el trabajo y la presión por objetivos que imponen las entidades
“no siempre están en consonancia con las exigencias legales”, como también se
ha podido observar en la comercialización de productos financieros como las
preferentes a lo largo de la crisis financiera.
Tornamira ha realizado estas afirmaciones durante la
presentación de una encuesta realizada entre empleados no afiliados a ningún
sindicato y menores de 35 años en los sectores financiero, contact center,
consultoría, estudios de mercado, ingenierías, y seguros.
300.000 horas extra
semanales gratuitas que suplen 14.000 contratos
Entre las conclusiones más destacadas está la que refleja
que el 59,49% de los empleados de banca y el 51,22% de los que trabajan en
Cajas de Ahorro consideran que sus condiciones de trabajo no se respetan. Esto,
según UGT, es el reflejo de que en el sector se están realizando 300.000 horas
semanales que ni se tributan, ni se cotizan a la Seguridad Social, ni se
remuneran a los trabajadores. Un tiempo de trabajo gratuito que, según UGT, i
mplica dejar de contratar a 14.000 personas al año en el sector.
“Pero no solo no se contratan sino que la tendencia es
seguir destruyendo. “Con los ERES de Bankia y Banco Santander-Popular está en
camino la destrucción de 2.000 empleos y no serán los únicos que veamos en
2018”, ha comentado Agustín Nieto, responsable del Sindicato Financiero.
La demanda de un mayor respeto a la jornada laboral y a la
conciliación de la vida familiar y laboral es generalizada en todos los
sectores encuestados. El 84,21% de quienes respondieron a la encuesta de UGT
piden a los representantes sindicales “luchar por el control horario, denunciar
incumplimientos y negociar soluciones”.
En este sentido, Tornamira ha recordado que esta cuestión
está pendiente de resolución por parte del Tribunal de Justicia de la Unión
europea gracias a las denuncias incoadas por los sindicatos.
Así mismo, la encuesta refleja que los jóvenes trabajadores
tienen como principal preocupación, 43,32% así lo manifiesta, la estabilidad
laboral, los despidos y colectivos e individuales. El 29,18% considera que el
salario es su principal preocupación.
Solo el sector de
call centers ha mejorado su acceso de entrada al mercado laboral para las
nuevas generaciones
Según ha explicado los representantes del sindicato en todos
los sectores analizados, con excepción del de call centers , las condiciones de
entrada de los jóvenes al mercado laboral se han depauperado respecto a las de
generaciones anteriores.
En este sentido, Agustín Nieto, responsable del Sindicato
Financiero, se ha referido a la constatación de esta situación que realizó hace
unos días el presidente de la AEB. “ Hay que agradecer al presidente de la AEB
que reconozca la diferencias entre jóvenes y no jóvenes. Ahora, estaría bien
que ese criterio lo apliquen a la negociación colectiva”, ha pedido Nieto quién
asegura que apesar de esas declaraciones, la banca todavía sigue demandando la
eliminación de los trienios, por ejemplo.
Sobrecualificación
general, pero no específica
Otras conclusiones, de las condiciones de trabajo derivadas
de esta encuesta demuestran que la mayoría de jóvenes, el 34,76%, considera que
el trabajo que desempeñan requiere menos formación que la que ellos tienen. Es
decir, “se están explotando a jóvenes formados empleándolos en actividades que
no requieren esa formación”, asegura Tornamira.
A pesar de ello, demandan, en el 56,46% de los casos, una
formación adecuada para el puesto concreto que desempeñan, especialmente en los
campos de informática, nuevas tecnologías y normativa Mifid,en el caso de los
empleados del sector financiero.
Especialmente reseñable es la casuística de quienes en el
sector de call centers desempeñan labores financieras. “En este caso, la sobre
cualificación general choca con la falta de conocimientos concretos del sector.
Se les forma en los productos financieros concretos sin dominar el contexto”,
ha explicado María Pedraza, responsable del sindicato de oficinas consultoría,
informáticos, el sector de la digitalización del sindicato.
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