Por María Clara
Gracia
Las 2 Orillas, 28/03/2018.
En mi columna de hace ocho días “Defiéndase del cobro
abusivo de las entidades financieras; le digo cómo” denuncié el abuso del que
he sido objeto por parte del Banco Popular y su casa de cobranza, la chilena
Fastco S. A., por haber servido como “referencia” de un familiar mío que es
cliente suyo, y que cayó en una mala situación económica; una de esas por las
que hemos pasado todos alguna vez en la vida.
La cascada de referentes abusados por todos los bancos
apareció de inmediato, al igual que la respuesta del Banco Popular. Me llamó
Clara Inés Cepeda, gerente de Experiencia y Cuidado del Cliente, la persona
apropiada y entrenada para lidiar con la gran molestia que genera una situación
de estas: querida, amable, con las palabras adecuadas y con la misión de
tranquilizarme y reconocer el error del banco. Pero, como le dije
enfáticamente: no es un error; es una de las prácticas abusivas en las que
incurren los bancos y las casas de cobranzas que contratan, para presionar de
todas las formas posibles a sus deudores, y los bancos lo saben. Estas son
algunas de las relacionadas por el experto en finanzas personales y
empresariales Erich Lara (libredetodadeuda@gmail.com):
1) Cobrarle en forma velada a familiares y referencias de
deudores.
2) Amenazar con pasar a abogado la cuenta.
3) Llamar en forma insistente.
a)
Utilizar lenguaje soez y agresivo al deudor.
b)
Acusar con insinuaciones veladas al deudor de ladrón y
delincuente.
c)
Mentir al deudor sobre los derechos del deudor y el
contenido de la Ley: ej.: un bien inmueble con afectación a vivienda familiar o
patrimonio de familia es inembargable. El cobrador le dice que ellos la pueden
embargar y rematar. Otro ej.: que la Ley de insolvencia no protege al deudor y
lo “vetan” de por vida en las entidades crediticias: esto es falso.
4) Cuando ya se tiene una relación con un cobrador (quien
llama), lo cambian para evitar familiaridad.
5) La casa de cobranza no se identifica de donde llama ni
quién es. Solo dice que es del banco fulano, siendo falso pues son
subcontratistas de ese banco.
6) Graban y escriben todas las llamadas sin autorización del
deudor y si se le pregunta dice que es para “mejorar la atención al cliente”.
Falso es para recabar más información privada del cliente.
7) El banco entrega a las casas de cobranza su información
sin autorización expresa del deudor violando la ley de habeas data.
8) Los gastos del abogado en la cobranza prejudicial son un
abuso y no puede negociarlos. El abogado solo hace tres llamadas, amenaza con
una demanda y cobra 20 a 30% del valor de la deuda, haciendo más difícil la
situación del deudor.
Tengo el privilegio de este espacio y de trabajar en los
medios de comunicación, y por eso pude denunciarlo públicamente. Sin embargo,
hay miles de personas en mi misma situación, no solo soportando prácticas de
cobranza rastreras, sino ilegales.
Existe el mecanismo para evitar estos abusos. Póngalo en
práctica. No le dé pereza, hágalo. No les digo que se unan, porque si no se ha
podido contra la corruptela política… Pero existe la forma de defenderse. No lo
siga permitiendo. Haga respetar sus derechos.
[Nota de Carlos J.
Bugallo: El artículo termina con la misiva del banco a la autora del
artículo].
Disponible en:
https://www.las2orillas.co/el-banco-popular-responde-mi-denuncia-de-abuso/
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