Por Miguel Jiménez
El País, 0970372014.
El ladrillo persigue a la banca. La purga de los
excesos de la burbuja inmobiliaria de la pasada década no ha terminado. Pese al
gran esfuerzo en provisiones y las enormes pérdidas asumidas, los bancos
cotizados tienen en sus cuentas cada vez más activos tóxicos. Mientras que los bancos rescatados han limpiado sus balances con cargo
al dinero público y al banco malo, las entidades teóricamente sanas son ahora
las que están más enladrilladas. Aunque han ido reduciendo el volumen de
crédito, tienen más suelo, más promociones, más viviendas de particulares
embargadas y más créditos a promotores morosos y subestándar que nunca. Y, lo
que es peor, tienen también una cifra récord sin provisionar de esos activos
“potencialmente problemáticos”, según la denominación del Banco de España.
Los siete grupos bancarios
presentes en el Ibex 35 sumaban 135.288,6 millones de euros entre créditos a
promotores con problemas e inmuebles que se han quedado por impago de créditos.
Eso supone casi 14.000 millones más que un año antes. En la suma se han
incluido el total de La Caixa (no solo CaixaBank, que es el banco cotizado) y
de BFA (no solo Bankia). De los siete grupos, el de Bankia es el único que ha
sido rescatado con dinero público y que, en consecuencia, ha traspasado el
grueso de su cartera de crédito promotor y de inmuebles al banco malo. Por
eso, en su balance, el crédito promotor y los inmuebles tienen un peso muy
inferior al de los otros grandes bancos. Aun así, la entidad con el balance más
saneado en relación con el ladrillo es Bankinter, que fue, con diferencia, la
más prudente de las seis en los tiempos de la burbuja.
Durante 2013, han sido
fundamentalmente dos los factores que han provocado que crezcan los activos
problemáticos. El más evidente es el avance de la crisis económica, la
paralización del mercado inmobiliario y la caída adicional del precio de la
vivienda, la sexta anual consecutiva. El segundo factor ha sido el aumento de
la exigencia del Banco de España a la hora de clasificar como dudosos o
subestándar, esto es, como problemáticos, ciertos créditos refinanciados que
antes figuraban como sanos. Quizá la mejor noticia para las entidades es
precisamente esa, que cada vez queda menos crédito promotor clasificado como
sano, es decir, queda una menor bolsa susceptible de ir entrando en la
categoría problemática. Del otro lado, lo que ha ido aumentando es la morosidad
en las hipotecas para la compra de vivienda y los embargos de pisos por
impagos.
En cuanto al crédito, hay casi
9.000 millones más clasificados como dudosos, pese a que en torno a 7.000
millones han desaparecido de esa categoría por pasar directamente a fallidos (y
estar completamente cubiertos). Se reducen en unos 3.000 millones los
subestándar y aumentan en cerca de 5.000 millones las coberturas, con lo que el
riesgo problemático sin cubrir crece en cerca de 1.000 millones. Eso sí, los
bancos ya no tienen las provisiones genéricas por el crédito sano por importe
de unos 8.000 millones que constituyeron a cierre de 2012 y que ahora han ido
aplicando a fallidos y a créditos problemáticos, con lo que el deterioro es
mayor de lo que aparenta. La Caixa es la que más ha reducido el crédito promotor
problemático y el Popular, lastrado desde que absorbió el Pastor sin ayudas, el
que más lo ha aumentado. BFA y Bankinter tienen la posición más cómoda.
Pero entre los activos tóxicos, los
que más crecen son los inmuebles que están directamente en poder de los bancos.
En un año, han pasado de unos 65.000 a unos 72.000 millones de euros. De esa
cifra, unos 24.000 millones corresponden a suelo, el activo más improductivo,
con más difícil salida en el mercado y que ha perdido una mayor parte de su
valor. Aunque el Gobierno aireó inicialmente que exigiría coberturas del 80%
sobre el valor del suelo, finalmente se enmendó a sí mismo y se conformó con
exigir un 60%, que es a lo que se han ajustado la mayoría de las entidades con
la gran excepción de BFA-Bankia, que ha cubierto el 85%. Hay, por tanto, suelo
contabilizado por un valor neto cercano a los 10.000 millones de euros en los
balances de estas entidades.
Por entidades, La Caixa se ha
destacado como la mayor inmobiliaria, con promociones, suelo, viviendas
embargadas y otros activos adjudicados por impago por importe de 17.490
millones de euros, aunque también es la entidad que tiene más provisiones. La
absorción del Banco de Valencia explica en buena parte el salto de 2013. Tras
La Caixa se sitúa BBVA, con unos 13.700 millones brutos en inmuebles. Luego va
el Banco Sabadell, si bien de sus 12.855 millones hay 5.500 millones que están
sujetos al esquema de protección de activos (EPA) por la compra de Banco CAM.
El Popular es el cuarto con más inmuebles, pero el que más tiene en proporción
a su tamaño. El Santander, que era la entidad sana más cargada de inmuebles en
2011, tiene ahora una posición más holgada que el resto. Los alumnos aventajados
son de nuevo BFA-Bankia (con ayudas públicas) y Bankinter (sin ellas).
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