Por Eric Toussaint
CADTM, 10/03/2014.
Es conocida la máxima “demasiado
grande para caer” (“too big to fail”). La forma en que los gobiernos han
gestionado la crisis provocada por los bancos ha desembocado en una nueva
doctrina que puede ser resumida así: “demasiado grandes para ser
condenados” |1|.
O, “demasiado grandes para ser encarcelados” si se traduce literalmente el
nuevo adagio, que está de moda en Estados Unidos y el Reino Unido: “too big to
jail” |2|
, que rima con “too big to fail”. En efecto, si bien el gobierno estadounidense
dejó quebrar a Lehman Brothers en septiembre de 2008, ningún banco ha sido
cerrado |3|
o desmantelado por decisión judicial, ningún dirigente bancario ha sido
condenado con penas de cárcel. La única excepción en el mundo occidental se
refiere a Islandia, donde la justicia ha condenado a penas de prisión firme a
tres dirigentes bancarios: Larus Welding, principal dirigente del banco
Glitnir, quebrado en 2008 cuando todavía era el tercer banco del país, fue
condenado a finales de diciembre de 2012 a 9 meses de prisión; Sigurdur
Einarson y Hreidar Mar Sugurdsson, los dos principales dirigentes del banco
Kaupthing |4|,
fueron condenadosv en 2013 a cinco años y cinco años y medio de prisión
respectivamente |5|.
Sin embargo, tanto la justicia
estadounidense como la europea tienen ante sí delitos muy graves cometidos por
los bancos más grandes: estafa organizada contra clientes, (pequeños)
accionistas y accionariado público; blanqueo de capitales procedente del crimen
organizado; fraude fiscal a gran escala; manipulación organizada de los
mercados de cambio; uso de documentación falsificada; delitos por uso de
información privilegiada; destrucción de pruebas; enriquecimiento abusivo;
manipulación organizada del mercado de los CDS; manipulación en el mercado de
las commodities; complicidad en crímenes de guerra |6|...
La lista no es exhaustiva.
Eric Holder, procurador general
de los Estados Unidos, interrogado en junio de 2013 por una comisión del Senado
de su país, resumió claramente el fondo de la doctrina “demasiado grandes para
ser condenados”. A propósito de los grandes bancos declaraba en esencia que
“esas instituciones son tan grandes que es difícil llevarlas ante los
tribunales, y si se hiciera, sería para darse cuenta de que, efectivamente,
inculparlas por actividades criminales podría tener repercusiones negativas
para la economía nacional, e incluso para la economía mundial” |7|
Las consecuencias de esta
posición son claras. El hecho de que la especulación y los crímenes financieros
hayan causado la peor crisis económica desde el pasado siglo pesa muy poco en
la balanza de la justicia. Aunque tales excesos estén asociados a una epidemia
de fraudes |8|
, a todos los niveles, en las operaciones bancarias en Estados Unidos, esas
instituciones están autorizadas a proseguir con sus operaciones. Les basta
alcanzar a un acuerdo con la justicia a fin de pagar una multa para evitar una
condena. Imaginen una situación como la siguiente: tras un mes de
investigación, la policía encuentra a una persona que ha cometido un robo de un
millón de euros. En el momento de ser arrestado, la persona en cuestión declara
al juez de instrucción y a la policía: “propongo pagar dos mil euros de multa,
me dejáis en libertad y no emprendéis acciones judiciales, ¿de acuerdo?”. El
juez y la policía le dicen: “OK, no hay problema, perdone las molestias. Que le
vaya bien. Intente no dejarse coger de nuevo, sería una pena”. El trato de
favor al que tienen derecho los banqueros responsables de delitos y crímenes
financieros no es muy diferente de esta situación imaginaria, y Bertold Brecht
tenía toda la razón al plantear la pregunta: “¿quién es mayor criminal, quien
roba un banco o quien funda uno?” |9|.
Las consecuencias directas de las
fechorías de los bancos son particularmente graves: 14 millones de familias en
los Estados Unidos han sido expulsadas de sus viviendas entre 2007 y 2013 (ver
cuadro más abajo). De ellas, se ha demostrado que al menos 495.000 familias lo
han sido de forma totalmente ilegal |10|
, millones de personas han perdido su empleo, una parte de ellas han caído por
debajo del umbral de la pobreza, la tasa de suicidios ha aumentado entre las
personas afectadas, la deuda pública ha estallado y los fondos de pensiones de
los países desarrollados han perdido cerca de 5.400 millardos de dólares |11|.
Desahucios en Estados Unidos y
en España
|
||
Año
|
Estados Unidos
|
España
|
2005
|
532.833
|
|
2006
|
717.522
|
|
2007
|
1.285.873
|
|
2008
|
2.330.483
|
49.848
|
2009
|
2.824.674
|
59.632
|
2010
|
2.871.891
|
81.747
|
2011
|
1.887.777
|
94.825
|
2012
|
1.836.634
|
76.724
|
Total
|
14.287.687
|
362.776
|
El papel de los bancos privados
es tan manifiestamente importante e indispensable para el sistema capitalista
que su funcionamiento transciende las imposiciones legales y constitucionales
de las sociedades modernas. Como consecuencia, la justicia se pone una venda en
los ojos ante los delitos y crímenes cometidos por los bancos y sus dirigentes,
a fin de evitarles pasar, aunque solo fuese un día, en la cárcel. A fin de
cuentas, no se puede llevar ante la justicia a un dirigente de una institución
bancaria que “no hace más que el trabajo de Dios” |12|,
por citar a Lloyd Blankfein, patrón de Goldman Sachs.
La declaración que hemos
reproducido más arriba podría provocar una sonrisa, si no fuera porque las
negociaciones y acuerdos entre bancos y autoridades judiciales o de control no
vienen regularmente sino a confirmar la aplicación de la doctrina “demasiado
grandes para ser condenados” en las dos riberas del océano Atlántico. Los
escándalos continúan y la justicia se limita a multas que representan muy a
menudo una ínfima fracción de los beneficios producidos por actividades
ilegales, sin que ningún dirigente se vea inquietado. Todo lo más comparecen
ante los tribunales y son condenados “fontaneros” como Jérôme Kerviel, pero
nunca los patronos que les han empujado a aumentar los beneficios de la empresa
utilizando todas las jugarretas posibles e imaginables.
Seis ejemplos bastan para
testimoniar acerca de la situación actual: 1. Los acuerdos alcanzados entre
bancos estadounidenses y diferentes autoridades de aquel país a fin de
evitarles una condena judicial en el asunto de los préstamos hipotecarios
abusivos, así como por las ejecuciones hipotecarias (foreclosures)
ilegales; 2. HSBC (primer banco británico) multado en Estados Unidos por
blanqueo de dinero procedente de los cárteles mexicanos y colombianos de la
droga; 3. La manipulación de los tipos de interés interbancario y de las tasas
sobre los derivados, conocida como el “asunto LIBOR”; 4. El escándalo de los
“préstamos tóxicos” en Francia; 5. Las actividades ilegales de Dexia en Israel;
6. La evasión fiscal internacional organizada por el principal banco suizo,
UBS.
En esta serie se analizarán esos
seis ejemplos.
Conclusión
De lo anterior se desprende con
claridad que los bancos y otras grandes instituciones financieras de dimensión
mundial actúan a menudo como un cártel organizado, dando muestras de un nivel
raramente observado hasta ahora de cinismo y abuso de poder. Hoy día, después de
que los Estados hayan puesto dinero público a disposición de las entidades
financieras, cuyas apuestas especulativas han ido mal, los magistrados a cargo
de hacer aplicar la Ley se emplean en proteger a los responsables de esas
entidades y banalizan así, incluso justifican a posteriori, la conducta ilegal
o criminal por las que se han hecho culpables.
Un contexto así, en el que reina
la impunidad, anima a los dirigentes de las firmas financieras a más abusos y
actuaciones de riesgo. Los bancos como instituciones no son condenados, siendo
lo más habitual el que ni siquiera sean llevados ante los tribunales.
Esos bancos hacen recaer toda la
responsabilidad en traders
como el antes citado Jerôme Kerviel y algunas decenas más como él, mientras
logran que la justicia les condene por haberles perjudicado.
La situación de los principales
dirigentes de los bancos es muy diferente: el montante de sus bonus crece como
consecuencia del incremento en las rentas de la entidad (no es raro ver que el
bonus aumenta incluso en caso de bajada en la rentabilidad del banco),
independientemente del origen ilegal de los recursos, o del hecho de que sean
resultado de actividades financieras especulativas extremadamente arriesgadas.
En el peor de los casos, si son descubiertos, no tienen más que abandonar la
institución (a menudo con un “paracaídas dorado”), no serán perseguidos por la
justicia y conservarán en sus cuentas bancarias la totalidad de los beneficios
obtenidos.
Mientras este género de
dispositivo perverso sea mantenido, los abusos y el robo de los recursos
públicos por parte del sistema financiero no pueden sino prolongarse a lo largo
del tiempo.
Más allá de los altos dirigentes
hay que subrayar la impunidad de los propios bancos, a los que las autoridades
aplican la doctrina de “too big to jail”. Se trata sobre todo de la
demostración de la imbricación estrecha entre las direcciones de las entidades,
sus grandes accionistas, los gobernantes y los diferentes órganos vitales de los
Estados.
En caso de graves infracciones
hay que poner en práctica una solución radical: retirar la licencia bancaria a
los bancos culpables de crímenes, prohibir definitivamente algunas de sus
actividades, llevar ante los tribunales de justicia a los dirigentes y los
grandes accionistas. También hay que obtener reparaciones por parte de los
dirigentes y de los grandes accionistas.
En fin, es urgente dividir cada
gran banco en varias entidades a fin de limitar los riesgos, socializar esos
bancos colocándolos bajo control ciudadano y crear así un servicio público
bancario que dé prioridad a la satisfacción de las necesidades sociales y a la
protección de la naturaleza.
Notas
|1| El autor agradece a Daniel Munevar,
economista del CADTM, quien escribió una primera síntesis concisa muy útil
sobre el tema y le ha autorizado a inspirarse libremente en ella. El autor ha
completado luego, en gran medida, la investigación. Véase artículo original de
Daniel Munevar, “La doctrine «trop grandes pour être condamnées” ou comment les
banques sont au-dessus des lois » (20 de septiembre, 2013).
Este estudio prolonga la serie
“Bancos contra pueblos: los entresijos de una partida amañada”, publicada
durante 2012-2013 en el portal www.cadtm.org
así como en otra versión, la serie “Et si on arrêtait de banquer?”, http://cadtm.org/Et-si-on-arretait-de-banquer
|2| Los medios anglosajones utilizan
regularmente esta expresión desde hace un par de años. Ver por ejemplo: Abcnews, "Once Again, Is
JPMorgan Chase Too Big to Jail?" (7 de enero, 2014) http://abcnews.go.com/Blotter/madoff-ponzi-scheme-prosecutors-find-jpmorgan-chase-big/story?id=21448264; o Forbes, "Why DOJ Deemed
Bank Execs Too Big To Jail" (29 de julio, 2013)
|3| Otra manera de escribir esto es que ningún
banco se ha visto retirar su licencia bancaria. En efecto, para realizar
operaciones bancarias, una institución financiera debe obtener una licencia
bancaria.
|4| La quiebra de su filial, llamada Icesave, en
Reino Unido y Países Bajos, provocó una crisis internacional entre esos dos
países con Islandia. Esta crisis continúa todavía en 2014, pues tanto Reino
Unido como los Países Bajos han recurrido la sentencia del Tribunal de
Arbitraje, quien le había dado la razón a Islandia en enero de 2013. Ver Financial Times, “Iceland
premier repels Icesave lawsuit” (12 de febrero, 2014).
|5| Como escribe el Financial Times:
“Iceland, almost uniquely in the western world, has launched criminal cases
against the men who used to lead its three main banks that collapsed after the
global financial crisis in 2008 after collectively becoming 10 times the size
of the island’s economy.” (13 de diciembre, 2013).
|6| Ver más adelante la actividad de Dexia en
los territorios palestinos ocupados por Israel.
|7| Huffington Post, “Holder admits some Banks
too big to jail”, disponible en: http://www.huffingtonpost.com/2013/03/06/eric-holder-banks-too-big_n_2821741.html En esa página se puede ver y
escuchar la parte del testimonio del procurador general de Estados Unidos,
donde declara: "I am concerned that the size of some of these institutions
becomes so large that it does become difficult for us to prosecute them when we
are hit with indications that if you do prosecute, if you do bring a criminal
charge, it will have a negative impact on the national economy, perhaps even
the world economy…". Duración del video: 57 segundos. Vale la pena.
|8| Un reciente estudio sobre las prácticas
crediticias de los bancos en Estados Unidos señala que, a pesar de su heterogeneidad,
las irregularidades y las falsificaciones están presentes en diversos grados en
todas las instituciones financieras analizadas. Ver “Asset Quality Misrepresentation by
Financial Intermediaries:Evidence from RMBS Market”, disponible en:http://papers.ssrn.com/sol3/papers.cfm?abstract_id=2215422
|9| Bertold Brecht, La ópera de los tres
centavos. Se trata de una comedia musical escrita por Bertold Brecht (con
música de Kurt Weil), estrenada el 31 de agosto de 1928 /08/1928 en el Theater
am Schiffbauerdamm de Berlín y posteriormente, en versión francesa, el 14 de
octubre de 1930 en el teatro Montparnasse de París.
|10| The New York Times, “Banks to pay $8,5
billion to speed up housing relief”, (7 de enero, 2013) http://dealbook.nytimes.com/2013/01/07/banks-to-pay-8-5-billion-to-speed-up-housing-relief/?_php=true&_type=blogs&_php=true&_type=blogs&_r=1
|11| OCDE (2010) “The Impact of the Financial
Crisis on Defined Benefit Plans and the Need for Counter-Cyclical Funding
Regulations”http://www.oecd.org/pensions/private-pensions/45694491.pdf
|12| The Wall Street Journal, “Goldman
Sachs Blankfein : Doing Gods work”, 9 de noviembre,2009.http://blogs.wsj.com/marketbeat/2009/11/09/goldman-sachs-blankfein-on-banking-doing-gods-work/
Disponible en:
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