Por Iñigo de Barrón
El País, 20/04/2014.
Desde el comienzo de este año, planea la sombra sobre
la fortaleza patrimonial del Fondo de
Garantía de Depósitos (FGD). El origen de esta desconfianza es el
compromiso adquirido de cubrir el 80% de los créditos morosos de CAM y Unnim
hasta 2021. Fuentes del Fondo (que no ha presentado las cuentas de 2013) creen
que las facturas que afloren de estas entidades “serán asumibles con las
aportaciones de los bancos”, aunque no precisan datos. Sin embargo, los
informes de la Comisión Europea sí ponen cifras a la situación y augura
escenarios con fuertes pérdidas de la CAM y Unnim que colocarían al Fondo de
Garantía, el garante de los ahorros, con dificultades para presentar un
patrimonio positivo y relevante en los próximos años.
La primera voz
de alarma la dio el propio ministro de Economía, Luis de Guindos. En
enero pasado dijo en el Congreso: “La CAM tiene un esquema de protección de
activos (EPA) y, según algunos criterios, puede acabar teniendo un coste del
entorno de los 15.000 millones”.
Si se cumplen esos augurios, que
fueron matizados por el propio Gobierno horas después, los 15.000 millones de
la CAM golpearán las cuentas del Fondo de Garantía de Depósitos y acabarán con
su exiguo patrimonio. En 2011 y en 2012 las ayudas a las cajas quebradas ya
dilapidaron el patrimonio
del FGD (ver gráfico). Fuentes de este organismo, sostenido por las
aportaciones de los bancos, niegan esas cifras de la CAM pero ni confirman ni
desmienten que 2013 se cierre en positivo. No obstante, es revelador que
confíen en los 1.600 millones que los bancos ingresaron en febrero de 2014 (es
decir, en otro ejercicio contable) para decir que la situación no es
preocupante.
Sin embargo, la Comisión Europea,
en uno de sus últimos informes, ha insistido en el difícil futuro del FGD,
organismo que, además de socorrer entidades en quiebra, debe poder garantizar
100.000 euros en depósitos por titular de cuenta. Es decir, si una persona
tiene tres cuentas en una entidad está cubierto hasta 100.000 euros, aunque la
suma de las tres sea superior. Pero si una cuenta tiene dos titulares, se
divide el saldo entre los dos y a cada uno le puede cubrir hasta 100.000 euros.
El FGD se enfrenta a una
incertidumbre que procede de los (EPA), que son un seguro que cubre la
morosidad que aparezca hasta 2021 en la CAM, comprada por el Sabadell en un
euro, y en Unnim, adquirido por el BBVA al mismo precio. Bruselas ha
establecido dos escenarios económicos, uno que cumple las previsiones oficiales
y otro con mayores dificultades. En el más benigno, la Comisión Europea (CE)
estima que las pérdidas de los créditos de la CAM y Unnim le van a costar al
fondo 2.790 millones adicionales sobre lo que ya ha contabilizado hasta 2012.
Esta cantidad se desglosa en 1.654 millones de la caja alicantina y 1.136
millones de la catalana. En el caso de que la recuperación se retrase, con el
correspondiente impacto en el paro y el mercado inmobiliario, la UE apunta que
la factura subirá hasta 4.024 millones (2.662 millones de CAM y 1.362 millones
de Unnim).
Según la patronal bancaria, la
Asociación Española de Banca (AEB), la situación aún es más difícil: calcula
que esta cartera de créditos costarán al Fondo de Garantía 7.057 millones.
Pero las malas noticias no acaban
ahí para el FGD. Además de los créditos, deberá hacer frente a las pérdidas
sufridas por la venta de Novagalicia Banco y las que pueden llegar con la
subasta de Catalunya Banc, que se deberá cerrar en julio. En el propio Fondo de
Garantía barajan la posibilidad de que estas dos ventas provoquen las pérdidas
máximas, es decir, 1.513 millones más. Los 512 millones primeros son ya una
realidad porque Novagalicia Banco ya está vendida y los 1.001 millones son los
que se pueden perder con Catalunya Banc.
Esta cifras se reducen por las
aportaciones anuales de los bancos, pero no son suficientes para alcanzar
niveles tranquilizadores. Hasta ahora, los bancos aportan el dos por mil de los
depósitos: en 2012, el fondo percibió 1.575 millones. No obstante, para evitar
un agujero mayor por los múltiples compromisos del FGD, como el pago de las
preferentes de las entidades nacionalizadas, el Gobierno exigió al sector una
derrama de 1.547 millones. El 40% de esta cifra se aportó de golpe y el 60%
restante en seis años. Pese a todo, el FGD contabilizará los 1.547 millones en
las cuentas de 2013 como si los hubiera recibido, algo que es legal, aunque solo
sea un apunte en el balance. Esta es la segunda derrama: en octubre de 2011
hubo otra de 2.346 millones, pagaderos en diez años.
En resumen, pese a este capital,
Europa cree que los créditos malos y las ventas de entidades nacionalizadas
obligarán a que el FGD asumir cargos extraordinarios de 2.118 millones si la
economía está estable, y de 3.664 millones si el panorama se tuerce. Si la AEB
acierta, serán 6.697 millones los que caerán sobre el ya maltrecho patrimonio
del Fondo.
¿Cuántos años pasarán hasta que
se sanee el FGD? Algunas entidades consultadas, que piden el anonimato,
calculan que el Fondo necesitará entre dos y cinco años para limpiar sus
cuentas. Sin embargo, estar en números negros no significa que tener el nivel
adecuado. Según la normativa, el patrimonio adecuado es el que cubra el 1% de
los depósitos. Según los últimos datos, los depósitos cubiertos son 795.135
millones, por lo que sería necesario un patrimonio de 7.951 millones… y existen
dudas de que cierre 2013 en positivo. La crisis ha dejado muy maltrecho al FGD
y tardará en recuperar los niveles adecuados de solvencia.
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