Por Vicente Clavero
Público.es, 11/04/2014.
Milagro será que algún día
sepamos, de verdad, lo que nos está costando a los contribuyentes españoles el
rescate de la banca. Pero la última cifra que ha puesto sobre la mesa el
Tribunal de Cuenta es ya de por sí escalofriante. Casi 108.000 millones de
euros comprometió el Estado en ese proceso en los cuatro años críticos que
fueron de 2009 a 2012. Es decir, un 75% más de lo reconocido hasta ahora por el
Banco de España, que no incluía en sus cálculos las garantías ante posibles
pérdidas para los compradores de entidades quebradas.
Esos 108.000 millones significan
que cada uno de nosotros arriesgamos 2.300 euros, que saldrán de los impuestos
si el Estado no consigue recuperar el dinero. Una cuarta parte –concretamente,
26.000 millones- se ha perdido para siempre, según ha reconocido el FROB y
confirmado la Comisión Europea. Y el resto, vaya usted a saber; porque, como
esta crisis está demostrando, al menos en el caso español, el saneamiento
financiero es un pozo sin fondo, que además no basta para que vuelva a fluir el
crédito.
El Fondo Monetario Internacional
lo ha dejado escrito con motivo de la reunión que estos días ha celebrado en
Washington: los bancos no volverán a conceder préstamos con normalidad en
España al menos hasta dentro de un par de años. Y eso sólo en el caso de que se
culmine sin demora la reestructuración del sector; lo que invita a sospechar,
inevitablemente, que van a ser necesarios nuevos recursos públicos. Como si los
que lleva absorbidos la banca desde 2009, sin oficio ni beneficio para los
ciudadanos, no hubieran sido suficientes.
Por cierto que el informe del
Tribunal de Cuentas antes mencionado pone negro sobre blanco cuánto nos hemos dejado
en cada una de las entidades que estaban yéndose a pique. Pues bien, la mitad
de los 108.000 millones de euros se los han comido sólo tres: Bankia, la CAM y
su filial el Banco de Valencia, que estaban –miren ustedes por dónde– en la
órbita del PP. Sí, en la órbita de ese partido al que tanta grima parece darle
todo lo público y que presume de haber proporcionado tan buenos gestores a
España.
Una cosa más: otros países que
tuvieron que socorrer a su banca han conseguido incluso ganar dinero con ello.
Según un estudio de Allianz Globall Investment, en esa dichosa situación están
Estados Unidos, Reino Unido y Escandinavia; mientras que Suecia o Noruega, por
lo menos, lograron recuperar todo lo invertido. ¿Y en España por qué no? ¿O
acaso el Gobierno piensa que lo va a conseguir cuando privatice Bankia ya
limpia de polvo y paja? No sé a ustedes, pero a mí me gustaría que alguien nos
lo explicara.
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