Por Belén Hernández
El País, 28/04/20124.
No encontrar un cajero de la
misma red de la entidad donde están tus cuentas puede ser un quebradero de
cabeza. Por esto y por esos pequeños gastos fijos que te cobra el banco, mirar
el extracto es una actividad rutinaria que a veces trae consigo alguna que otra
sorpresa. La banca española ha aumentado de manera paulatina y generalizada las
comisiones entre 2007 y 2012, sobre todo las ligadas al mantenimiento de
cuentas, tarjetas, sacar dinero en cajeros o las hipotecas, según reflejan las
cifras del estudio Análisis de
las comisiones en tiempos de crisis de la Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros de
España (ADICAE). El coste de las tarjetas de debido y crédito, la
cancelación de un depósito de manera anticipada o dejar al descubierto una
cuenta bancaria son también pequeñas gotas que llenan el vaso de los gastos
habituales.
Un usuario medio puede pagar
hasta 567 euros al año a su entidad en comisiones, según ADICAE. Tal y como
informa la organización, una de las subidas más significativas se encuentra en
la comisión que cobra el banco por el mantenimiento anual de la cuenta
corriente, que asciende de media un 29,42% más que en el año anterior [42,72
euros en 2012 frente a los 55,29 euros]. Esta partida afecta a casi toda la
población que tenga cuenta de ahorros en alguna de las entidades bancarias que
operan en España, que por su parte obtienen de ella una ganancia fija anual.
Por eso, algunos estudios aseguran que el 59% de los consumidores que cambiarán
de banco en 2014 tendrán como principal motivo las comisiones, según Bankimia, comparador de productos
bancarios.
Alberto Galán tenía una cuenta en
Banesto para gastos puntuales, y otra en Bankinter, que la mantiene abierta,
donde recibe su nómina. Este ejecutivo de cuentas de una agencia de
comunicación solía despistarse y en más de una ocasión se quedaba al descubierto,
lo que suponía que su banco le penalizara por sus números rojos, que a veces no
ascendía a más de un euro. Tras más de un escarmiento decidió poner remedio a
la gestión de sus finanzas y desde hace unos meses utiliza Fintonic, una aplicación
desde donde gestionar el presupuesto. “Es raro que un banco te avise y gracias
a las alertas de esta aplicación me di cuenta de que me cobraban comisiones de
una tarjeta que uso mucho y decidí negociar con el banco. Así he conseguido que
me las quitaran”. Este profesional de 35 años también se percató que había
gastado 200 euros en los descubiertos que sufrió.
La receta principal para que
estos gastos se reduzcan pasa por una mejor planificación y gestión de las
finanzas y la anticipación a ciertas situaciones, como la de quedarse en
números rojos. Además, es fundamental la negociación entre cliente y banco a la
hora de mejorar las condiciones: “Cuanta más relación con tu banco tengas, es
decir, más productos contratados [hipoteca, tarjetas, depósitos] y más dinero
en él, menos comisiones y más poder de negociación tiene el cliente”,
recomienda Lupina Iturriaga, directora y fundadora de Fintonic.
Para Alfonso Sainz de Baranda, fundador
de Dinaru, una plataforma web de asesoría
financiera, el primer paso que puede hacer pagar al usuario demasiadas
comisiones es la elección del banco en el que contrate un producto o abra una
cuenta. Aunque la banca online [ING Direct, Evo, Unoe, Openbank] ha
ganado adeptos por su política de cero comisiones, desde la banca tradicional
han surgido iniciativas similares, como las del Banco Santander queremos ser tu banco,
la del programa de Bankia sin
comisiones o el adiós
comisiones de BBVA.
Las promociones vienen motivadas
a sabiendas del rechazo general que provoca el cobro de estos servicios,
aseguran en Bankimia. Desde el comparador financiero se aconseja estudiar las
diferentes posibilidades que existen en el mercado, revisar a fondo los
contratos para saber los criterios de cobro y elegir la mejor oferta en función
de la utilidad que le va a dar al producto antes de optar por una cuenta o
entidad. “Les diría a las familias que tienen cuentas en bancos online
que también tengan cuentas en los bancos tradicionales, ya que la gama de
productos es mayor y la oferta no es tan limitada, de esta manera, el usuario
pueda rentabilizar mejor sus ahorros”, recomienda Iturriaga, de Fintonic.
La transparencia en la
información de las comisiones es otra de las trabas del consumidor. Según
ADICAE, tras la aprobación el pasado octubre de la Orden
EHA/2899/2011 de transparencia y protección del cliente de servicios bancarios,
las entidades ya no tienen la obligatoriedad de contar con un folleto de
tarifas máximas ni de registrarlo en el Banco de
España. No obstante, sí deberán comunicar datos referentes a los
tipos de interés aplicados en sus préstamos y descubiertos. Igualmente deben
cumplir tres puntos: La comisión tiene que ser por un servicio que se ha
prestado al consumidor; el cliente ha solicitado firmemente y ha aceptado ese
servicio y, en tercer lugar, la cuantía de la comisión no podrá ser superior a
la que se recoge en el folleto de tarifas máximas de la entidad. A esto se le
une otro de los problemas detectados desde Dinaru: la falta de iniciativa del
consumidor a cambiar de banco aunque pague mucho en comisiones: “En el mundo de
la telefonía costó mucho esfuerzo pero se ha conseguido que el usuario sea
consciente y se plantee cambiar si su tarifa no le convence”, explica Sainz de
Baranda.
Además, a esto se añade las
dificultades de algunos usuarios para detectar todas las comisiones o cobros
que se les hace en sus cuentas bancarias. Según Sainz de Baranda, este factor
supone un 40% de las comisiones cobradas por los bancos. “El 80% de estos
usuarios que se quedan al descubierto no son personas que no tengan dinero o
que no pudieran pagar sus deudas, sino que no se les ha avisado con
anterioridad y no han podido transferir dinero a esa cuenta”, asegura el
consultor financiero.
Otra de las recomendaciones que
hacen desde ADICAE es que se lleven a cabo más reclamaciones colectivas contra
las entidades financieras para lograr rebajas de las que pueda beneficiarse el
mayor número de usuarios. “Todavía muchos consumidores no son conscientes del
abuso que sufren con el cobro de estas comisiones”, señalan desde la
organización. Y es que como señala Sáinz de Baranda, no hay que descuidar los
gastos: “Hay una brecha importante entre lo que piensa la gente que gasta y lo
que realmente gasta”, sentencia el consultor financiero.
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