Por Eduardo Segovia
El Confidencial,
06/08/2016.
La banca europea va a seguir sufriendo en bolsa hasta llegar
a niveles en que las autoridades políticas no tengan más remedio que
intervenir, debido a la incertidumbre sobre el valor de sus activos, su exceso
de deuda y sus malos resultados. Así lo asegura Berenberg, el banco más antiguo
del mundo y una de las firmas de análisis más reputadas, quien concluye que
"no invertiríamos en bancos salvo que no tengamos más remedio". Su
análisis, además, muestra que las entidades españolas entán entre las menos
solventes de Europa si sólo se toma el capital 'de verdad'.
El sector financiero es el peor de Europa en lo que va de
año, con un desplome cercano al 31% para el índice EuroStoxx de banca y que
supera el 70% en varias entidades italianas -la peor, como no podía ser de otra
forma, es Monte dei Paschi di Sienna- y que se acerca al 60% en el Popular, el
peor de los bancos españoles miembros de este promedio. Ni siquiera los
teóricamente buenos resultados de los test de estrés europeos de la semana
pasada han servido para frenar su descenso (ver el cuadro adjunto con los
nombres que registran mayores pérdidas en bolsa en 2016).
Ahora, Berenberg echa más leña al fuego al asegurar que
queda caída por delante hasta niveles en que los políticos suelen intervenir. Y
pone cifras a ese nivel: valoraciones de 0,5 veces el valor en libros, frente a
las 0,7 veces como media en que cotizan en estos momentos.
"Desgraciadamente, parece necesario un estrés sistémico significativo para
forzar a los políticos europeos a actuar. Nos estamos acercando a ese
punto", sentencian los analistas James Chappell y Iro Papadopoulou.
¿Por qué es tan negativo? Por una mezcla de un exceso de
deuda y unos márgenes muy bajos, que se agrava por la incertidumbre sobre el
valor de los activos de la banca: "En un sector muy apalancado
[endeudado], la valoración de las acciones es casi una adivinanza si no tienes
confinza en el valor de los activos. Un error de redondeo del 1% en el valor de
los activos europeos liquidaría más de un tercio del precio de sus
acciones". Los activos de la banca son básicamente los créditos
concedidos, que, si no se cobran, causan la pérdida correspondiente a la
entidad.
Dejar de refinanciar
y asumir las pérdidas
El problema es que los bancos no asumen estas pérdidas sino
que refinancian los préstamos: la famosa "patada a seguir" a que tan
aficionados son los bancos españoles y que genera empresas zombis; OHL es el
último ejemplo. Además, no los tienen suficientemente cubiertos con
provisiones, cuyo nivel es muy inferior al que alcanzaron las entidades
estadounidenses en 2009 porque confían en unas garantías de esas deudas
(colaterales) que están sobrevalorados. Su esperanza es que llegue la
recuperación económica y los deudores puedan devolver el dinero, pero "es
improbable que eso ocurra hasta que los bancos afronten sus problemas, lidien
con la carga de deuda y dejen de alargar préstamos que nunca serán
devueltos", según este análisis. Y los políticos no hacen sino agravar el
problema con liquidez gratis y tipos de interés negativos.
Los cálculos de Berenberg estiman que el sector europeo
requiere unos 300.000 millones de capital, pero asegura que la solución no es
una inyección masiva de dinero público porque lo que hace falta es dar
certidumbre a los inversores sobre el valor de los activos para que el sector
privado pueda aportar esos recursos. Eso es algo que hicieron EEUU y Japón en
sus respectivas crisis bancarias y fue lo que las solucionó; y gracias a ello,
la economía norteamericana ha crecido mucho más que la europea desde 2009. En
ese país, la seguridad sobre el valor de los activos se dio mediante unos test
de estrés, pero los europeos de la semana pasada se han quedado muy lejos (de
ahí la desconfianza del mercado). Esto es lo que cree que harán las autoridades
cuando las cotizaciones caigan hasta 0,5 veces el valor en libros.
Los bancos españoles,
con muy poco capital 'real'
Por cierto, en ese ejercicio los dos grandes bancos
españoles salieron como los que menos capital tienen en la actualidad (ver el
gráfico inferior de la izquierda). Y la cosa es mucho más grave si se resta del
capital todas aquellas cosas que computan pero no son dinero de verdad
(básicamente los DTA, es decir, activos fiscales) y se deja sólo lo que llama
"glóbulos rojos" Aristóbulo de Juan, exdirector general del Banco de
España y uno de los grandes críticos de la actuación de las autoridades
españolas y europeas en la crisis financiera (gráfico de la derecha).
A todo esto se suman unos márgenes del negocio bajo mínimos
por los tipos negativos y unas expectativas de beneficios que no se van a
cumplir, según Berenberg, porque los ingresos van a seguir sin crecer -ni por
los tipos ni por una mejora de los volúmenes-, porque las previsiones de
reducción de los costes son demasiado optimistas y porque las provisiones no
pueden reducirse dada la gran cantidad de activos problemáticos no reconocidos.
El resultado es la recomendación de mantenerse fuera del sector en Europa y, si
no hay más remedio que estar invertido (caso de muchos fondos), hacerlo en
nombres que al menos ofrecen certidumbre sobre sus activos y rentabilidad del
capital: Handelsbanken, HSBC, ING, Nordea, Swedbank y UBS.
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