Por Juande Portillo
Cinco Días, 11/12/2015.
La llegada de nuevas empresas tecnológicas que comienzan a
copar diferentes eslabones de la cadena del negocio financiero es ya una
realidad que preocupa a la banca tradicional.
"Ya nos están robando cuota de mercado y nos cuesta
verlo", ha admitido esta mañana Jacobo Díaz, director general de productos
e innovación de Bankinter en relación a las llamadas fintech.
"Hay una amenaza potencial hoy y otra que está llegando",
ha destacado en un deayuno informativo sobre la transformación digital de la
banca organizado por Europa Press y Microsoft, señalando al ámbito de medios de
pago y divisas como dos de los campos más amenazados por empresas de nuevo
cuño.
A diferencia que otros compañeros, sin embargo, el
responsable de Bankinter no espera que nadie "venga a protegernos"
aprobando una nueva regulación restrictiva que aleje a nuevos operadores del
mercado financiero.
Y la amenaza al negocio, asume Díaz, no proviene solo de
pequeñas start ups. "¿Cuánto va a tardar Amazon en conceder préstamos al
consumo antes de darle a comprar? Pues nada", reflexionaba.
"Es un tema que nos preocupa pero que también nos
ocupa", ha añadió el consejjero delegado de Abanca, Francisco Botas,
defendiendo que las entidades llevan trimestres inmersas en la transformación
digital y en mejorar la cadena de valor que ofrecen al cliente.
"No solo es una preocupación y una amenaza, es una
oportunidad", ha sostenido José Nieto de la Cierva, consejero delegado de
Banca March, explicando que a fin de cuentas la entidad tiene una cierta cuota
de mercado y hay espacio para otros competidores.
"No tengo duda de que todo esto va a tener su
mercado", ha remarcado Nieto, asumiendo que el negocio bancario está en
plena transformación, no solo digital y tecnológica, si no también regulatoria,
lo que obliga a la banca a adaptarse.
Potenciar nuevas vías
de negocio
Para Adolfo Ramírez, director general adjunto de tecnología
y operaciones de Banco Santander, está claro que "la banca tiene un reto
que es pensar nuevos modelos de negocio".
"Estamos muy a la defensiva pero tenemos capacidades,
dinero para invertir grandes capacidades y tenemos que empezar a innovar y que
no sean las fintech" las que lleven la delantera, ha defendido el
responsable de Banco Santander.
"Debemos hacer nuevos modelos de negocio agresivos,
disruptivos. Es el siguiente paso que tenemos que dar", ha remachado.
Las nuevas empresas tecnológicas, ha subrayado Ramírez,
cuentan de momento con una cuota "del 0,5%, pequeñísima", frente al
11% que controla su banco, pero hay que tener en cuenta que no tienen el mismo
peso regulatorio que soporta la banca tradicional, no digamos un banco
sistémico como Santander, y "pueden ser más baratos" y hacerse con
rapidez con una mayor cuota de negocio.
En este sentido, la presidenta de Microsoft, Pilar López, ha
destacado que la banca asiste a un mundo nuevo en el que se difuminan los
nuevos competidores, como posible aliados o socios estratégicos.
La red de oficinas
En cuanto a si la banca española sigue necesitando 13.000
oficinas y 100.000 empleados, las opiniones de los responsables de la banca
difieren en las cifras necesarias, pero aseguran que el modelo de sucursal debe
evolucionar en paralelo a la transformación tecnológica y los canales
digitales.
“No se si tiene que haber 13.000 oficinas o no”, ha dicho el
representante de Banco Santander, asumiendo que quizás para ser rentable el
sector debería operar hoy día con solo 11.000 sucursales.
En su opinión, en todo caso, “estamos en un modelo que es
una fusión de lo físico y lo digital”, una realidad que hará necesarios ambos
canales puesto que, como destacaba un reciente informe del IEB, un 60% de la
clientela aún acude a las oficinas y las nuevas generaciones nativas digitales
solo son un 20% del total.
Porcentajes a los que la banca deberá ir adecuándose según
estas generaciones se reviertan, pero no aún. “En los pueblos donde quitamos la
oficina pierdes cuota de mercado porque hay oficinas de otros”, ha ilustrado.
Más personal
“La red transaccional pasa a ser de servicio apoyándonos en
la tecnología. El proceso de transformación nunca termina”, ha dicho asegurando
que la digitalización también exige más personal.
Bankinter, por su parte, se ha mostrado cómodo con su actual
nivel de 700 oficinas, que ha destacado que mantiene desde 1999, cuando ya se
especulaba con la desaparición de las oficinas físicas.
También Banca March dice tener las oficinas que necesita,
aunque da por hecho que el sector financiero pasará a contar cada vez con menos
sucursales.
A partir de ahí, esos sí, la entidad de banca privada
considera que las oficinas van a cambiar y comenzar a operar con más personal
para adaptarse a su nuevo uso, el del asesoramiento. Para eso, asumen, será
necesario un mínimo de cinco o seis empleados por oficina, en lugar de dos o
tres.
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