Por José Luis Bajo Benayas
El Economista.es, 23/07/2018.
El déficit casi cuadraba pese al
incremento de las pensiones con el IPC y a la subida salarial funcionarios del
1,7%. Apenas un leve desvío recaudatorio en los impuestos de Sociedades y
Especiales hacía peligrar el 2,2% pactado con Bruselas. Pero era por la mínima.
Hasta que la Administración Central se ha topado de nuevo con los problemas
bancarios: 1.700 millones por las pérdidas asociadas a las carteras
inmobiliarias de Cam y Unimm, ahora en manos de Sabadell y BBVA y asumidas en
parte por el Estado, y otros 1.000 millones que el Santander planea reclamar
por la adquisición del Banco Popular. En total, 2.700 millones que contribuirán
a que el desvío se eleve al 2,7% al término del año.
Así lo constata la AIReF, quien
al menos da por sentado ya que, gracias al ciclo económico, el desvío fiscal
camina ya por debajo del 3% en tasa anual por primera vez desde el año 2008. Su
previsión actual es del 2,9%, apenas dos décimas por encima de lo que augura
para el conjunto del ejercicio.
El grueso del problema se
encuentra en la Administración Central, que finalizará el año en el 1,5% de
déficit por esos problemas bancarios; y por la revalorización salarial a
funcionarios. Está, además, la cuestión de la responsabilidad patrimonial del
Estado en las autopistas de peaje, aún por dilucidar, que pueden incluso
empeorar las previsiones.
La otra parte importante del
agujero fiscal sigue en la Seguridad Social, con un gasto en pensiones que
aumentará más del 5% "pese al fuerte aumento de las cotizaciones",
que AIReF estima que será del 5,1% según los informes de ejecución
presupuestaria. Traducido: el Ejecutivo deja escapar una buena oportunidad para
reducir el déficit de caja por haber finiquitado la reforma de 2013, que
hubiera elevado jubilaciones solo el 0,25%.
Así, quienes van a salir al
rescate de nuevo son las administraciones territoriales. Especialmente, las
entidades locales, capaces de lograr, según la Autoridad Fiscal, su séptimo
superávit consecutivo. Será del 0,6%, si bien se reducirá "unas
centésimas", dicen fuentes del organismo. Las autonomías, por su lado,
terminarán el año en el -0,3%. Varias de ellas lograrán superávit, pero otras
como Extremadura, Valencia y Murcia deteriorarán el dato global. Su gasto, en
conjunto, se incrementará más del 4%, muy por encima del 2,4% que fija la regla
de gasto.
Así, el desvío se situará en el
2,7% que la ministra de Economía, Nadia Calviño, comunicó a Bruselas. El
próximo año, sostiene AIReF, la previsión es del 2,2% frente al 1,8 comunicado
por Moncloa, por lo que, dice AIReF, "es de esperar que el Ejecutivo tome
medidas adicionales". Tal vez se refiera a los impuestos.
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