Por Diego Larrouy
El Diario.es,
14/07/2018.
Impuesto a la banca. Cuatro palabras que, pronunciadas por
la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, tras asumir su cargo y presentar
su plan para mejorar los ingresos para pagar pensiones, han abierto un debate
en España. Los que más han alzado la voz contra esta intención, todavía no
concretada, fueron los propios bancos esta semana. Sin embargo, la idea de
imponer tasas específicas a la banca no es nueva ni exclusiva de España.
El estallido de la crisis y los programas de ayudas y avales
al sector financiero provocaron que muchos gobiernos comenzaran a plantearse
desde 2009 la necesidad de instaurar impuestos específicos a la banca, con el
objetivo de controlar posibles nuevos riesgos y crear fondos para posibles
nuevas crisis. Se terminó por concretar cuando en 2010 el Fondo Monetario
Internacional (FMI) publicase un informe titulado Una contribución justa y
significativa del sector financiero.
En dicho escrito apuntaba distintas modalidades de impuestos
posibles a la banca, como una modalidad de recuperación de las ayudas
aportadas, así como una herramienta, junto a la regulación, para limitar nuevos
riesgos. Tras dicho informe, Gobiernos de distinto signo decidieron implementar
estas tasas, como la Francia del socialista François Hollande o el Reino Unido
del conservador David Cameron.
En 2017, según un documento de la FCA, supervisor bancario
británico, eran más de una docena de países los que habían comenzado a aplicar
impuestos similares. A los ya citados se unieron Austria, Bélgica, Letonia,
Holanda, Portugal o Suecia. Fuera de la UE, también Islandia. Estos gravámenes
nacieron inicialmente con vocación temporal. De hecho, Francia tiene previsto
que el próximo año deje de aplicarse.
No todos los modelos aplicados han sido idénticos, pero
coinciden principalmente en gravar el pasivo de los bancos. Sin embargo, Reino
Unido aplica una recarga del 8% en el pago del impuesto de Sociedades que hacen
los bancos. Este ha sido, de hecho, el modelo que inspiró al PSOE en su
propuesta en febrero, cuando todavía estaba en la oposición.
La diferencia es que en España este impuesto estará
destinado a financiar las pensiones públicas y no el control de riesgos o la
devolución de las ayudas. El objetivo trazado entonces por los socialistas era
el de recaudar 860 millones al año. Sin embargo, Montero no ha especificado
todavía si finalmente será este el modelo aplicado o cuándo lo podrá en
práctica.
El sector cree que ya
ha hecho "considerables esfuerzos"
La ministra pidió la pasada semana "comprensión"
al sector y aseguró que "aporta menos comparativamente que el resto del
sector empresarial". Se mostró confianda en que fuera
"solidario" con los clientes sin repecutir dicha tasa al igual que lo
fueron los ciudadanos con las cajas y los bancos quebrados. Sin embargo, las
patronales AEB, que incluye a los bancos, y la CECA, que representa a las
antiguas cajas de ahorros, han criticado esta tasa por "injusta" y
por considerar que "el sector financiero ha realizado considerables esfuerzos en el
pasado".
El principal argumento de la banca es que afectaría a sus
ratios de capital y solvencia y acabaría provocando un encarecimiento del
crédito y repercutiendo en el consumidor final. En el citado informe de la FCA
también se apuntaba a esta posibilidad, aunque señalaba que no existían todavía
suficientes evidencias para poder concluir cuál puede ser el impacto.
En una línea similar a la banca se mueve Jesús Sanmartín,
presidente del REAF, dentro del Consejero General de Economistas. El directivo
señala que "hay que tener mucho cuidado con este impuesto" por sus
posibles consecuencias al entender que, "no es un momento oportuno".
Sin embargo, matiza que no son contrarios a que se grave a la banca
"cuando esté recuperada" ya que "siempre ha estado muy
beneficiada".
Más favorable se muestra la Autoridad Independiente de
Responsabilidad Fiscal (AIReF). Su presidente, José Luis Escrivá, señaló
recientemente que "no está claro" que este impuesto se trasladase a
los clientes. El directivo señalaba que ya se produjeron críticas y se habló de
encarecimiento del crédito cuando el Banco de España obligó a destinar parte
del beneficio a provisiones, algo que no se ha producido.
Un experto, que prefiere no ser citado, apunta que dependerá
del modelo del impuesto pero que con los niveles que esperaba captar el PSOE en
su propuesta inicial, ve complicado que se tenga que trasladar al cliente
final. Los principales bancos ganaron más de 13.000 millones el pasado
ejercicio. Añade que, en un mercado competitivo, es complicado que todos suban
a la vez las comisiones sin caer en acuerdos contra la competencia y que, por
tanto, acabarían absorbiendo finalmente el impacto.
Reino Unido tiene previsto captar este año unos 620 millones
de euros con este impuesto y con otra tasa que aplica también a los bancos.
Esta última, conocida como bank levy, aprobada en 2011 se encuentra en
retirada. En esos mismos niveles se mueve también Francia que estima que
recaudó en 2016 500 millones en este concepto. Un estudio de PwC en Holanda
señalaba que su impuesto recaudaba en torno a 300 millones. En Portugal, con
una economía más pequeña y una red financiera menor que la española, los
ingresos son de en torno a 180 millones.
Otros tipos de
impuestos
El informe de la FCA señalaba que existen otros gravámenes
como los conocidos como FAT en sus siglas en inglés, referidos a las
actividades bancarias. Esta tasa estaría enfocada a gravar el valor añadido de
la banca, ante la ausencia en la mayor parte de los países de un impuesto
similar al IVA en la banca. Por eso, grava aspectos como el margen bruto o la
remuneración que abona a sus trabajadores.
Un último modelo de impuesto es el de las transacciones
financieras. Heredero de la histórica Tasa Tobin, busca gravar los intercambios
con el fin de limitar las operaciones que entrañen mayor riesgo para las
entidades. Francia o Italia ya los aplican. Una decena de países, entre ellos
España, pidieron a la Comisión Europea en 2011 la creación de este gravamen y
el organismo comunitario comenzó a trazar una directiva al respecto que no se
ha llegado a plasmar hasta la fecha.
Disponible en:
No hay comentarios:
Publicar un comentario