Por Jaime E. Navarro
Expansión,
17/08/2018.
El saldo de crédito de las entidades financieras a las
Administraciones Públicas ha caído en el último año un 9%, hasta los 77.543
millones de euros, el nivel más bajo desde diciembre de 2010, según los datos
del Banco de España. El descenso de la financiación para el sector público es
mayor que la reducción del saldo al sector privado, que cae sólo un 3,2% en el
conjunto del sector financiero, hasta los 1,2 billones de euros, aunque marca
su mínimo desde febrero de 2006. Estas cifras son congruentes con el movimiento
de desapalancamiento que vive la economía española, la consolidación fiscal del
sector público y el proceso de desbancarización del sector empresarial.
Comunidades autónomas y ayuntamientos recurrieron de forma
generalizada durante los momentos más agudos de la crisis económica a la
financiación bancaria como medida para paliar la caída de los ingresos
fiscales. Al cierre del año 2006, las Administraciones Públicas contaban con
una deuda con las entidades de crédito de algo más de 41.000 millones. A
finales de 2012, la deuda bancaria de las administraciones se había
incrementado un 177% desde el período anterior a la crisis subprime en Estados
Unidos, coincidiendo con la fase más aguda de la crisis en España. Desde
entonces hasta ahora, la deuda con los bancos de la Administración central,
comunidades autónomas y ayuntamientos se ha reducido en 36.700 millones de
euros, según las últimas cifras, del pasado mayo, disponibles.
El papel del ICO
El 95% de estas deudas corresponde en la actualidad a
créditos de los bancos y un 4% al ICO. En 2012, este porcentaje era del 85%
para la banca y del 14%, para el ICO. El banco público tiene por su naturaleza
un papel contracíclico, por lo que expande su balance en la época en el que las
entidades privadas tienen más restricciones para dar más financiación, lo que
explica que tuviese un papel más activo en la fase de recesión de la economía.
Por su parte, los mínimos actuales del crédito al sector
privado muestran el desapalancamiento de familias y empresas, que incrementaron
mucho su deuda bancaria en la fase de expansión de la economía española, sobre
todo a partir de 2005 hasta su máximo en diciembre de 2008, donde superó los
1,86 billones de euros. La reducción desde máximos ha sido de 642.000 millones
de euros.
Además, las compañía han comenzado a utilizar otras vías de
financiación, acudiendo a las emisiones de renta fija, como fórmula para
depender menos del canal bancario. Según datos de BME, en el período 2010-16
financiación de las empresas del Ibex 35 en el mercado aumentaron un 28,87%,
hasta los 117.059 millones. En el mismo período, se redujo la deuda bancaria de
estas compañías un 42%, hasta los 65.517 millones.
Los establecimientos financieros de crédito, especializados
en financiación al consumo, no fueron ajenos a esta burbuja del crédito.
Alcanzaron su máximo de crédito al sector privado a finales de 2008, con casi
60.000 millones concedidos. Hasta el cierre de 2014 redujeron su saldo
crediticio casi un 40%. Sin embargo, desde entonces han aumentado su exposición
debido al boom que vive el crédito al consumo, con un incremento de la
financiación concedida de más del 27%, hasta los 45.853 millones.
El papel del ICO dentro de las cifras globales es marginal,
aunque, al igual que en el sector privado, aumentó mucho su exposición en la
fase aguda de la crisis, con más de 28.00 millones en crédito en 2012. En mayo de
este año, su saldo alcanzó 7.559 millones.
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