Por Alicia Crespo
Expansión, 13/05/2016.
El organismo supervisor afirma que esta medida servirá para
mejorar la rentabilidad ante los bajos tipos de interés.
La morosidad de los créditos y los inmuebles adjudicados
siempre son un lastre para la banca. Pero desembarazarse de ellos es más
acuciante cuando generar ingresos se antoja complicado por la debilidad del
crecimiento económico y los tipos de interés a ras de suelo.
Aunque la calidad del activo en el balance de los bancos
europeos mejora progresivamente, los activos improductivos son uno de los
principales motivos de preocupación de los supervisores, que ven en ellos un
obstáculo para las inversiones y, de esta forma, una amenaza para la
rentabilidad.
La Junta Europea de Riesgo Sistémico (JERS), uno de los
supervisores de la UE creado tras la última gran crisis para preservar la
estabilidad en la región, sitúa la morosidad de la banca a la cabeza de la
lista de los principales riesgos que afronta el sistema financiero en la
actualidad.
Al término de la última reunión de su Junta General celebrada
a mediados de marzo, la JERS destacó «la persistente debilidad en los balances
de los bancos como la vulnerabilidad más importante en el sistema bancario de
la UE» y la vinculó a la actual volatilidad de los mercados financieros
europeos y globales.
«La preocupación tanto sobre la calidad de los activos como
sobre los desafíos para una rentabilidad sostenible de la banca europea a medio
plazo se reflejó en los precios de las acciones y de la deuda subordinada de las
entidades en los mercados», enfatizó la institución, cuyo mandato es prevenir o
mitigar perturbaciones financieras generalizadas.
En este contexto, la JERS subrayó «la importancia de abordar
los problemas relacionados con la calidad de los activos en el sistema bancario
de la UE». Su aviso a navegantes bien puede dirigirse a la propia banca como a
los otros vigilantes de la salud del sistema financiero: el BCE y la Autoridad
Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés).
Aunque ambas instituciones son ya plenamente conscientes del
problema. El supervisor único de la eurozona, que dirige Danièle Nouy, hace
tiempo que tomó cartas en un asunto que considera de máxima prioridad. Un
equipo especial de trabajo desarrolla planes específicos de reducción de activos
improductivos para cada entidad aquejada de lo que el Mecanismo Único de
Supervisión (MUS) considere una excesiva morosidad.
Venta de carteras
morosas
«Con este tipo de problema, necesitas usar todas las
herramientas al alcance. Algunos créditos morosos pueden solucionarse dentro
del balance de los bancos, otros con la venta a gestores de activos», dijo Nouy
en una entrevista al diario eslovaco Hospodárske publicada el 11 de marzo.
En el mismo sentido, se suceden las advertencias de la EBA
sobre la necesidad de acelerar la reducción de la ratio de mora en los bancos
europeos como principal fórmula para mejorar su rentabilidad, ya que para
compensar el efecto negativo de los menores ingresos sobre el beneficio es
vital dotar menos provisiones por deterioro de activos.
Conocer el problema es el primer paso para solucionarlo y
saber qué herramientas usar para abordarlo, el segundo. Pero eso no quiere
decir que llevar a cabo el remedio sea fácil. Según la agencia de ráting Fitch,
la calidad de los activos de los bancos del Sur de Europa se mantendrá más
débil que la de sus competidores del Norte a medio plazo.
A su parecer, los bancos italianos registran la peor calidad
de activos en los cinco principales países de la UE, mientras que los
españoles, a pesar de la mejora de las perspectivas económicas y del precio de
la vivienda, «seguirán lastrados por un importante problema, los activos
inmobiliarios en balance».
Por su parte, el director de instituciones financieras de la
agencia de ráting Scope, Marco Troiano, destaca que «la venta de carteras
morosas es una de las palancas de la banca española para mejorar la calidad de
sus activos». Sin embargo, anticipa que este mercado, muy dinámico el año
pasado, «va a estar más retenido» en 2016, al menos hasta que haya un nuevo
Gobierno.
«Creo que los inversores extranjeros serán cautelosos al
acercarse a las compras de carteras de créditos morosos por la incertidumbre
política y que preferirán esperar a que se aclare el panorama antes de tomar
una decisión», dice. «La incertidumbre política es un elemento negativo para la
banca en España», recalca el analista.
(Nota de Carlos J.
Bugallo: El nombre de ‘Junta Europea de Riesgo Sistémico’ –que es
técnicamente apropiado-, se podría utilizar también para designar a la agencia
supervisora de las centrales nucleares. ¡Los bancos privados y las centrales
nucleares suponen un riesgo enorme para la sociedad!).
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