Por Xavier Caño
Tamayo
Nueva Tribuna, 16/05/2018.
Este escrito es sobre el lavado de dinero sucio. Dinero
negro que procede de crímenes (como el narcotráfico o la trata de mujeres) y
del fraude fiscal perpetrado como industria, muy al por mayor. Según Europol,
oficina europea de la Unión contra la delincuencia, cada año se mueven por los
bancos europeos más de 30.000 millones de euros que proceden del crimen. Lo
grave y preocupante de esta situación es que no parece haber medios suficientes
ni eficaces para hacerle frente ni se han podido establecer los mecanismos para
inmovilizar ese dinero de origen criminal e impedir que sea blanqueado. O tal
vez lo que no hay es suficiente voluntad política de acabar con el blanqueo.
Los atentados terroristas en Europa de hace un tiempo
hicieron reaccionar un tanto a las autoridades políticas y se tomaron algunas
medidas para controlar el paso por los bancos de dinero de origen sospechoso.
Pero según Europol no se ha conseguido el control bancario del dinero
procedente del crimen organizado y de delitos fiscales o financieros. Europa
pierde la batalla contra el sector offshore donde los blanqueadores
profesionales del dinero del narcotráfico, otros crímenes, chanchullos
financieros, evasión fiscal, corrupción y otras malas artes lo introducen
completamente limpio en la economía legal.
El blanqueo es una industria floreciente a la que fiscales y
jueces han de dedicar necesariamente cada vez más tiempo y energía. Por eso no
sorprende leer en los medios informativos que la respetable entidad financiera
Caixabank (La Caixa de siempre para los catalanes) se ha visto salpicada por
tan turbio negocio. El juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno inició
procedimiento contra Caixabank, como persona jurídica investigada, por un
posible delito de blanqueo de capitales. Ese trabajo sucio (el blanqueo,
paradójicamente) se habría perpetrado presuntamente en diez sucursales de
Caixabank de la región de Madrid. Según el magistrado, “actuaron de forma persistente
sin ningún control ni barrera al trasiego de remesas de dinero en efectivo y
transferencias al exterior”.
El juez Moreno considera que las oficinas investigadas,
directivos y empleados presuntamente blanquearon dinero nunca declarado de
ciudadanos chinos aun sospechando que esos clientes actuaban ilícitamente
ingresando grandes cantidades de dinero en efectivo. Las sucursales implicadas
además permitieron utilizar testaferros y actividades económicas falsas para
ocultar ingresos y envíos de dinero sin informar a Hacienda. El tercer banco en
importancia del Reino de España, Caixabank, salpicado por el presunto blanqueo
de unos 170 millones de euros.
No habría blanqueo de
dinero negro sin la complicidad del sector financiero
No solo Caixabank, abundando en el blanqueo de dinero
ilícito, la plataforma de investigación periodística de Perú Ojo Público
denunció a sociedades ligadas a narcotráfico y otros negocios ilegales en Perú
que utilizaron una filial del banco español BBVA y del Banco de Crédito del
Perú para lavar dinero del narcotráfico, corrupción de cargos públicos y
evasión de impuestos. Lo que también denunció la Unidad de Inteligencia
Financiera, dependiente del Estado, que analiza y transmite información para
detectar lavado de dinero ilícito. La investigación de Ojo Público señaló al
BBVA Continental, participado en un 46% por BBVA.
El blanqueo de dinero ilícito es un grave delito que
demuestra la realidad incontestable de que la evasión de impuestos y el
blanqueo correspondiente son posibles porque una parte del sector financiero se
presta gustoso a esas infracciones fiscales. Si nadie en el sector financiero
se prestara a colaborar en cualquiera de sus fases en el blanqueo de dinero
ilícito, evadido, el lavado de dinero negro sería difícil de perpetrar.
La evasión fiscal es causa directa de que los estados de la
Unión Europea dejen de ingresar unos 200.000 millones de euros de impuestos al
año. Pero en ese punible escenario es tanto o más inaceptable que cinco estados
democráticos de países desarrollados sean cómplices de fraude fiscal como paso
intermedio de casi la mitad (47%) del flujo de capitales de multinacionales y
grandes fortunas evasoras de impuestos hacia centros financieros offshore y
paraísos fiscales. Un dinero que se oculta a las Haciendas de la Unión. Esos
Estados son Suiza, Holanda, Irlanda, Reino Unido y Singapur, según Scientific
Reports de la Universidad de Ámsterdam. Esos cinco estados hacen posible que el
dinero escabullido de impuestos se pueda blanquear en paraísos fiscales.
Por cierto, de la lista de 25 paraísos fiscales, señalada
por movimientos sociales, organizaciones ciudadanas y entidades por la
transparencia fiscal, nueve están muy ligados a la Unión Europea y Reino Unido.
Son Islas Vírgenes británicas, Luxemburgo, Gibraltar, Liechtenstein, Mónaco,
Chipre, Jersey, Malta y Hong Kong. Dato esclarecedor de que en la UE no son
todos los que están ni están todos los que son en la lucha contra el fraude
fiscal y el criminal blanqueo. Tenemos al enemigo en casa. La vieja y
contradictoria Europa contribuye por activa o pasiva a la debilidad financiera
de sus estados miembro, pues colabora de hecho con el fraude fiscal, hace
posible la evasión de impuestos y facilita el blanqueo.
Disponible en:
https://www.nuevatribuna.es/articulo/economia/crimenes-fraude-fiscal-blanqueo-dinero-negro/20180516160758151996.html
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