Por Conchi Lafraya
La Vanguardia, 22/05/2018.
Pese a que la mayor parte de entidades financieras en España
aseguran que no hay concentración bancaria, el Banco de España ha echado este
martes un jarro de agua sobre tal afirmación. En su Informe Anual 2017, asegura
que “los cinco mayores grupos pasaron de representar el 49% del activo total
del negocio en España en el 2008, al 70% en el 2017, unos veinte puntos
porcentuales por encima de la media de la Unión Europea”.
El supervisor explica que se ha pasado de 122 entidades al
comienzo de la crisis a 65 en el 2017. “El número de oficinas y empleados se ha
reducido en un 40% y en un 32%, respectivamente, en ese mismo periodo”,
explica.
Los retos pendientes:
los dudosos superarán los 50.000 millones en 2020
Pese a esa realidad y al ser una economía muy bancarizada la
española, el supervisor describe en dicho estudio los numerosos retos que tiene
que abordar la banca. Entre estos destacan dos: la morosidad y el aumento de la
rentabilidad. En cuanto a los activos bancarios deteriorados reconoce que se
han reducido, pero al actual ritmo de reducción, “seguirán siendo relativamente
elevados hasta el año 2020, cuando superarían los 50.000 millones”.
En el 2013, “el mayor momento de deterioro de los balances
bancarios, los préstamos dudosos en las operaciones con la clientela nacional
alcanzaron los 200.000 millones, lo que supone ocho veces más que en la
anterior crisis, en 1994. Adicionalmente, los balances de las entidades en el
2013 incluían activos inmobiliarios adjudicados por cerca de 80.000 millones de
valor contable bruto.
Menor rentabilidad
En cuanto a la rentabilidad, recoge que “se sitúa claramente
por debajo de los niveles alcanzados en los años previos a la crisis”. Y de
ahí, que sus valoraciones en la bolsa se encuentren también por debajo de su
valor contable. En el 2016, en Europa la rentabilidad media era del 10%, cuando
en España fue del 5%.
Respecto a la internacionalización de la banca, apunta el
estudio, que “en diciembre del 2017, tan solo cuatro grupos representaban más
del 99% de la exposición internacional total”. Los principales mercados donde
se ha implantado son Reino Unido, Latinoamérica y Estados Unidos.
El impacto de los
tipos bajos
Otro punto donde el Banco de España hace hincapié es en los
bajos tipos de interés y sus consecuencias para el sector financiero. “La
existencia de tipos de interés bajos, e incluso negativos, tiene efectos
contrapuestos sobre la rentabilidad de los bancos”. El organismo que dirige
Luis María Linde, explica que “los descensos en los tipos de interés tienden a
contraer el margen de intereses neto por unidad de activo”.
En cuanto a marco regulatorio, recuerda que los requisitos
de la primera fase de Basilea III serán efectivos en su práctica totalidad a
finales del 2019. Y entre otras consecuencias, favorecerán “los indicadores de
solvencia de las entidades de crédito españolas”.
Por último, respecto a la revolución tecnológica y la
apertura a nuevos competidores, el regulador arroja algunas cifras. “A finales
del 2017, trabajaban en este sector en España más de 5.000 personas en más de
300 firmas, de las cuales 238 son compañías fintech (ámbito financiero) y 63
insurtech (seguros).
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