sábado, 26 de mayo de 2018

El mercado no se fía de la banca española: impone una prima de riesgo de 400 puntos


Por Óscar Giménez
El Confidencial, 24/05/2018.

El mercado aún tiene dudas con los bancos. Y esto se traduce en exigir más rentabilidad para realizar una inversión, lo que se conoce como el coste del capital (COE). En la banca española supera el 10%, frente a niveles en torno al 6% en el conjunto de la renta variable europea. Un retorno al que la mayoría de bancos no llega, sufriendo los tipos de interés bajos en el caso de las entidades más expuestas a la actividad local y el riesgo divisa en las más internacionalizadas.

La comparativa de ambas estimaciones, las dos del Banco de España (BdE) en el informe anual de 2017, acarrea la conclusión de que los inversores marcan una prima de riesgo de 400 puntos básicos entre la banca española y el conjunto de firmas cotizadas en Europa. Si se compara con un activo libre de riesgo, como puede ser el bono alemán a 10 años que cotiza con una rentabilidad cercana al 0,5%, alcanza los 1.000 puntos básicos.

La diferencia se ha ensanchado durante la crisis. Antes, el coste del capital estaba en el 6%, mientras que el tipo de interés libre de riesgo fluctuó entre el 2% y el 4%. Como se aprecia en el recuadro, antes de 2008 la prima de riesgo entre la banca y el resto de cotizadas estaba cerca de cero, pero después ha tenido tres picos.

El primero llegó con el estallido de la crisis. El coste del capital aumentó en todo el universo de la renta variable, pero el sector bancario fue uno de los más dañados por su exposición al ladrillo. El segundo ocurrió con la crisis de deuda por la presencia de bonos en los balances. Mientras que el tercero se está produciendo en la recuperación económica, porque el coste del capital del resto de cotizadas se ha reducido hasta acercarse a los niveles anteriores a 2008, y el de la banca persiste por encima del 10%.

La estimación del Banco de España es una losa para el optimismo del sector durante los últimos años. Los principales ejecutivos vienen defendiendo que el coste del capital está entre el 8% y el 10%, aunque con una tendencia descendente. El informe anual del BdE contradice a la industria financiera: está por encima de los 1.000 puntos básicos.

Lejos de EEUU

El coste del capital en la banca española es similar al de otros grandes países de la eurozona. La estimación solo llega hasta el final de 2017, cuando disminuyó en Italia hasta ponerse al mismo nivel que los bancos españoles, pese a que en las últimas semanas es probable que haya aumentado. Aunque en menor medida, ocurrió lo mismo en Alemania, con la influencia de la evolución de Deutsche Bank, y en Francia.

Por el contrario, los bancos estadounidenses tienen mucho terreno ganado, ya que hicieron mucho antes su reestructuración y llevan años de ventaja de recuperación del negocio. El coste del capital estimado por el Banco de España para las entidades norteamericanas es del 8%, frente al 6% del conjunto de Wall Street, lo que deja una prima de riesgo entre ambos segmentos de 200 puntos básicos.

“El coste de capital no es una variable directamente observable, por lo que debe estimarse”, recuerda el Banco de España, con lo que este cálculo podría estar menos acertado que los más optimistas que maneja la propia banca. El servicio de estudios del supervisor calcula una prima de riesgo a partir de la correlación entre el sector y un índice (beta, en la jerga) y la prima de riesgo del conjunto del mercado, ya que ambos factores influyen en la rentabilidad exigida por el inversor.

El informe anual de 2017, último publicado por el Banco de España bajo la dirección de Luis María Linde, al cumplir su mandato en junio, señala que “a largo plazo, la rentabilidad de los recursos propios (ROE) debería estar en línea con su coste”. Pero esto no está siendo así, con la excepción de Bankinter y BBVA, que por primera vez desde la crisis aprueba en rentabilidad. En la mayoría de los casos, la relación entre ROE y COE se traslada a la valoración bursátil.

Prima de riesgo por los emergentes

No obstante, el banco presidido por Francisco González sufre en bolsa la prima de riesgo que supone Turquía, su segundo mayor mercado y donde la lira está en caída libre, con un descenso acumulado en 2018 de cerca del 20% contra el euro. El banco central subió ayer los tipos de interés de referencia en 300 puntos básicos, hasta el 16,5%, para frenar la hemorragia. Por otro lado, su principal fuente de ingresos, México, tampoco escapa de la incertidumbre política, con elecciones el 1 de julio y el auge de una opción que el mercado señala como populismo de izquierdas, López Obrador.

El otro gigante español, Banco Santander, depende en gran medida de Brasil, donde el real se deprecia un 9% este año frente al euro. Además de por dudas sobre el futuro político, las divisas de las economías emergentes sufren con el endurecimiento monetario de la Reserva Federal (Fed) en Estados Unidos, que este miércoles apuntó a otra subida de tipos con las conclusiones de las actas de la última reunión. Lo anterior impulsa al dólar y los tipos de interés de la deuda, con el bono norteamericano por encima del 3%.

Más allá de Bankinter y BBVA, el resto de bancos suspende en rentabilidad, uno de los motivos que explican que la banca cotice con un valor en bolsa por debajo o a la par del contable. El conjunto de la actividad bancaria española terminó 2017 con un ROE apenas superior al 5%, según el BdE. Esto es, por debajo de la media internacional entre los mercados desarrollados, que se situó por encima del 6%, y menos de la mitad que el coste del capital.

Disponible en:

No hay comentarios:

Publicar un comentario