Por Vicente Clavero
Público.es, 26/02/2014.
La deuda pública española cerró 2013
por encima de los 960.000 millones de euros, muy cerca, por tanto, de igualar
al PIB. Los grandes beneficiarios de este hecho sin precedentes son los
prestamistas, que cobraron cerca de 40.000 millones en concepto de intereses.
Entre ellos destacan los principales bancos nacionales (Santander,
BBVA,
Caixabank,
Bankia,
Sabadell y Popular),
en cuyas manos está alrededor del 20% de la deuda pública.
Si se suman los títulos del
Tesoro y los prestamos a las administraciones públicas, esas seis entidades
financieras son acreedoras de más de 190.000 millones de euros.
A la cabeza figura el BBVA, con 53.000 millones; seguido de Caixabank (39.000),
Santander (38.000), Bankia (32.000) y Sabadell (20.000). La menor exposición
corresponde al Popular, al que se le adeudan 9.000 millones de euros en números
redondos, según datos a 31 de diciembre.
La gran banca tiene alrededor de
una quinta parte de la deuda pública en circulación
La deuda pública es un magnífico
negocio para todos ellos, que toman dinero del Banco Central Europeo (BCE) casi
sin coste alguno y lo colocan en deuda pública a los tipos de mercado
(alrededor del 3,5% el bono a diez años). Como su peso en el conjunto de la
deuda pública española se sitúa torno al 20%, esa operativa les
permitió ingresar unos 7.700 millones de los 38.500 millones que el año pasado
estaban presupuestados para el pago de intereses.
Pese a la baja de los tipos
consecuente con la caída de la prima de riesgo registrada en los últimos meses,
para 2014 está previsto que ese capítulo baje sólo hasta los 36.000 millones de
euros. Por lo tanto, si mantiene sus actuales posiciones, la deuda pública
proporcionará de nuevo un importante balón de óxigeno a la gran banca española,
que podrá compensar así otra vez la contracción del negocio doméstico
derivado de la crisis económica y de su resistencia a ofrecer crédito al sector
privado.
Beneficios crecientes
En 2013, según los resultados
dados a conocer recientemente, los seis
principales bancos españoles ganaron 8.134 millones euros, con una
mejora sustancial respecto a los del ejercicio precedente. Santander
tuvo 4.370 millones de beneficios (+90,5%); BBVA, 2.228 (+32,9%), y Caixabank,
503 (+119%). Sabadell, con 247 millones, los tríplicó, mientras que Bankia (460
millones) y Popular (325,3 millones) volvieron a los números negros
después de dejar atrás las pérdidas de 2012.
Eso significa que, en conjunto,
los intereses de la deuda pública proporcionaron el 95% de los
beneficios obtenidos por la gran banca, gracias a embolsarse 7.700
millones limpios de polvo y paja.
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