EUROPA PRESS, 13/01/2014.
El ministro de Economía, Luis de Guindos, ha reconocido este lunes que no será
posible saber cuánto cuesta el rescate bancario a los contribuyentes españoles
hasta que finalice el proceso con la venta de las entidades financieras que aún
están bajo el control del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), y
no descarta siquiera que pueda ser necesario destinar más fondos a este sector.
Durante su
comparecencia ante la Comisión de Economía del Congreso, reunida en sesión
extraordinaria, ha defendido la reestructuración financiera que ha articulado
el Ejecutivo durante los dos últimos años, y que ha permitido conseguir un
"buen cumplimiento" de los objetivos a medio plazo que se habían
marcado en el Memorándum de Entendimiento (MoU).
Como ejemplo, ha
mencionado la salida al mercado tanto de Banco de Valencia como de NCG Banco,
cuya venta al grupo venezolano Banesco por 1.000 millones de euros constituye
"la primera vez que la venta de una entidad con participación del sector
público no incluye ni un esquema de protección de activos ni garantías
adicionales de riesgos futuros más allá de lo ofrecido por el FROB y que
conocían todos los potenciales interesados".
"Además, se ha
hecho manteniendo la identidad del banco, sin que haya sido absorbido ni haya
habido destrucción de empleo, y desde ese punto de vista nos tendríamos que
felicitar", ha añadido el titular de Economía.
CAMBIO EN LAS PERCEPCIONES
Sin embargo, los
ingresos obtenidos por la venta de la entidad gallega están muy por debajo de
los 9.000 millones de euros que inyectó el sector público, algo que podría
volver a suceder con otras entidades y por lo que los portavoces de la
oposición han preguntado a De Guindos.
"Veremos
cuando se acabe el proceso", ha respondido el ministro, subrayando que lo
importante es conseguir un "cambio sustancial en la valoración de la
posición de la participación del FROB" en cada entidad para conseguir una
buena venta, lo que depende de "la buena gestión y la mejora de la
percepción de la economía española, que continúe subiendo".
Y es que de los
61.000 millones de euros aproximadamente que se han inyectado hasta la fecha,
unos 38.000 millones han ido al llamado 'grupo 1' del rescate --Bankia, Banco
de Valencia, Catalunya Caixa y NCG Banco--. Con ese dinero, se ha
"cubierto el agujero" que tenían estas entidades para "llevar
luego sus ratios de capital al 9% que se exigía de media".
"Pero nadie,
ningún inversor, va a pagar el agujero. Van a pagar por una entidad saneada y
donde se ha inyectado suficiente capital para que genere rentabilidad a
futuro", ha advertido el ministro, apostillando además que "la fuente
principal de retorno para cubrir esas inyecciones de capital público tiene que
ser la privatización de Bankia, que es el jugador principal" y que recibió
22.000 millones.
DEUDA DESPROPORCIONADA DE
CATALUNYA CAIXA
De Guindos también
ha advertido de que hasta la fecha se han inyectado en el sector financiero de
forma directa "61.000 millones de euros aproximadamente, por el
momento", reconociendo que "existe la posibilidad" de que esa
cifra aumenta a resultas del esquema de protección de activos de la CAM, que
"será seguramente el principal elemento de gasto en una entidad" ya
que "puede acabar teniendo un coste de 15.000 millones de euros".
Una cantidad
desproporcionada si se tiene en cuenta el tamaño de la entidad
castellano-manchega, la primera en quebrar aún con el PSOE en el Gobierno. Lo
mismo ocurre con Catalunya Caixa, que ha requerido 12.000 millones de euros a
pesar de ser "cuatro o cinco veces más pequeña que Bankia".
De este modo, la
caja catalana es "la entidad que más ayudas ha recibido en términos
relativos". "El agujero no tenía parangón en el sistema financiero
español. Algún día, cuando se haya privatizado, vendré para hablar de Catalunya
Caixa", ha prometido el ministro, sin precisar cuándo comenzará ese
proceso.
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