domingo, 12 de enero de 2014

La banca española aún afronta dos ejercicios con importantes saneamientos pendientes en sus balances


Por José Luis Marco
CapitalMadrid.com, 10/01/2014.

Los bancos españoles cuadran en estos días sus cuentas anuales, que reflejarán una clara mejora respecto a las de 2012, pero con el punto de mira en las necesidades de saneamientos que aún tendrán que realizar durante el actual ejercicio y 2015. Desde luego, el esfuerzo no será tan "colosal", como lo califican en el sector, como el que se tuvo que realizar en 2012 como consecuencia de los dos reales decretos del Ministerio de Economía y que condenó a los beneficios del conjunto de la banca española a arrojar por primera vez pérdidas. Desde el estallido de la crisis en 2007, aunque por aquel entonces aún no se reconociera por parte de los gobernantes y banqueros, el sector ha acumulado cerca de 158.000 millones de euros en saneamientos, una cifra que duplica los más de 77.000 millones de beneficio consolidado acumulado en el mismo periodo. El imparable crecimiento de la morosidad, ya de media por encima del 13%, es una de las causas que impone las cautelas a la mayoría de las entidades bancarias.

Los resultados anuales de los bancos españoles, que se comenzarán a conocer en las próximas semanas, arrojarán un importante avance en el beneficio conseguido en la inmensa mayoría de las entidades, después del "esfuerzo colosal" realizado en 2012 para cumplir con los dos reales decretos del ministro de Economía, Luis de Guindos.

Esta mejora, ya confirmada con las cuentas trimestrales que se han conocido hasta el momento, es la que puede explicar el interés inversor por los bancos cotizados durante las últimas sesiones bursátiles y que se ha profundizado en los primeros días de 2014. No obstante, los responsables del sector bancario aún consideran que queda un esfuerzo añadido durante este año y 2015 en el saneamiento de sus balances, aunque con una intensidad algo menor a la mantenida en los últimos años.

Desde el estallido de la crisis en 2007, los bancos españoles acumulan 158.163 millones de euros en dotaciones, un importe que duplica los 77.055 millones del beneficio consolidado en el mismo periodo, según los últimos datos de la Asociación Española de Banca (AEB). De hecho, el secretario general de la patronal bancaria, Pedro Pablo Villasante, sostiene que el esfuerzo se tendrá que mantener hasta 2015 por parte de la mayoría de las entidades financieras.

Tras el cúmulo de provisiones realizadas en 2012, y que llevaron a que el resultado conjunto de la banca reflejara por primera vez pérdidas, las entidades han reducido en casi un 30% el esfuerzo realizado hasta el mes de septiembre. No obstante, los saneamientos se han elevado hasta los 17.976 millones de euros, lo que supone un consumo superior al 60% del margen de explotación y más del doble del resultado consolidado (8.226 millones de euros).

El riesgo de la mora

La banca española no puede bajar la guardia en el esfuerzo de los saneamientos ante la amenaza imparable de una morosidad que, de media, ya superaba el 13% en el mes de octubre. El próximo viernes, 17 de enero, el Banco de España dará a conocer el dato correspondiente a noviembre y que volverá a arrojar un nuevo máximo histórico desde que se dispone de estas estadísticas.

Los distintos responsables de los principales grupos españoles no llegan a ponerse de acuerdo si durante el año recién estrenado se llegará a tocar techo en la escalada que muestra el impago de los créditos, con una menor influencia tras la desactivación de buena parte del riesgo inmobiliario y promotor (cuya mora se aproxima al 35%) pero con una tendencia creciente en el segmento hipotecario, ya por encima del 5% como consecuencia de la tasa de paro y la imposibilidad de hacer frente al pago de la vivienda habitual (algo que parecía garantizado antes del estallido de la actual crisis).

Algunos expertos también justifican el elevado índice de morosidad bancaria en la drástica disminución del crédito, lo que acentúa el imparable aumento de esta variable que tanto preocupa a la mayoría de las entidades. Estos mismos analistas consideran que ante los primeros síntomas de recuperación de la economía el flujo crediticio volverá a aportar tasas de crecimiento que podrían nivelar, en parte, el crédito dudoso que soportan las entidades.

No obstante, el sector financiero no confía en que este cambio de tendencia se vaya a registrar hasta mediados del actual ejercicio, por lo que el esfuerzo en dotaciones deberá mantenerse durante los próximos meses con una intensidad que dependerá de los riesgos asumidos por cada una de las entidades.

La evolución de las cuentas y de variables tan significativas como el ratio de morosidad que cada banco soporta, sostienen los analistas, serán los que permitan una mayor y más acertada discriminación de los inversores por las acciones de cada una de las entidades. Por el momento, las de un tamaño mediano parecen las más beneficiadas por el rally alcista de la bolsa en los primeros compases del año, pero será clave la solidez de unos balances que aún pueden verse afectados por algunos acontecimientos negativos y un contexto de bajos tipos de interés que no favorecen el propio negocio bancario.

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